Las acciones que los agricultores deben realizar para tener cultivos orgánicos

Colombia cuenta con cerca de 90.000 hectáreas de cultivos orgánicos, según la Federación de Orgánicos de Colombia (Fedeorgánicos), una cifra que ha permitido evidenciar un crecimiento en el mercado colombiano, pero que aún deja al país rezagado respecto a naciones como Brasil, Argentina y Perú, que tienen tres millones, cuatro millones y un millón de hectáreas, respectivamente.

Por esta razón, los productores y agricultores que deseen convertir sus cultivos convencionales o empezar a adoptar estas prácticas deben seguir ciertas reglas y parámetros.

Luis Betancur, presidente de Fedeorgánicos, afirmó que el productor debe asegurarse de que el recurso hídrico no esté contaminado; separar las áreas de cultivo convencional con las de cultivo orgánico, ya que si las cosechas están mezcladas, la certificación no es posible; y tener en cuenta los insumos utilizados para la producción, ya que estos deben contar con el sello orgánico.
“El productor que desee sembrar orgánico. Sus insumos deben contar con la respectiva certificación”, afirmó Betancur.

Omar Ayala, director general de Ecohuerta La Caleruna, empresa dedicada al alquiler de huertas orgánicas, resaltó que para convertir un cultivo en orgánico es necesario un cambio en la mentalidad de los actores de la cadena, ya que se no se debe pensar en cantidad sino en calidad de los productos. “Implica alfabetizar al cliente y transformar con pequeños espacios, para ir adaptando el cambio”, explicó.

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Agregó que una de las dificultades que tienen los productores es la compra de estos productos orgánicos por parte de distribuidores, debido a que en algunas ocasiones este suele tener un precio más elevado que los derivados de convencionales; además, mencionó que el trabajo de contrarrestar plagas y enfermedades aumenta.

Jorge Rincón, gerente de Villa Teresa Organic, enfatizó en que la agricultura orgánica es importante, pero a la vez es más exigente en su manejo.

Lo primero, apuntó, es contar con una asesoría profesional y tener apoyo tecnológico. “El problema de lo orgánico es que se ha manejado muy empíricamente”. No obstante, Rincón dijo que ya hay tendencias biotecnológicas, que ayudan a la implementación de la ciencia, aspecto en el que se deben apoyar los agricultores orgánicos entrantes al mercado.

A la larga, según sus palabras, el costo debe ser mucho menor en la agricultura orgánica que en la convencional, ya que los mismos suelos deben ser autosuficientes. “Inicialmente, los costos son mayores y una menor productividad, pero después se regula”.