Agricultura

Estos son los cambios en el uso de los suelos en Colombia durante los últimos 38 años

La cobertura arbórea plantada para la obtención de productos maderables y no maderables (silvicultura) aumentó 179,4 mha
Por:
Valentina Sánchez Forero
20 de noviembre de 2023
Altiplano cundiboyacense
Colprensa

De acuerdo con el último informe sobre los cambios en la cobertura y uso del suelo en Colombia de MapBiomas, red de organizaciones dedicada a generar mapas anuales, en 2022, 71% de la superficie del país estuvo cubierta por vegetación natural y las coberturas asociadas al uso agropecuario representaron 26% de todo el territorio.

En los últimos 38 años, esta vegetación natural disminuyó 6%, representando 6,5 millones de hectáreas (Mha), pasando de 77% en 1985 a 71% en 2022. Según el informe, 68,4% de la pérdida neta corresponde a formación boscosa, mientras que 31,6% restante se atribuye a la pérdida de formación natural no boscosa.

¿Qué quiere decir esto? Actualmente, los bosques ocupan 76,4% del territorio, lo que se refiere a que, desde 1985, el país ha perdido 6,9% pasando de 62,9 a 58,6 Mha. Esa pérdida neta es equivalente a casi dos veces el área de El Salvador.

Además, los manglares, áreas bióticas compuestas por arboles tolerantes a la salinidad, en San Andrés y Providencia, aumentaron 7,5% de superficie, es decir, pasaron de 251,6 a 270,5 mha, ganancia neta semejante a siete veces el área de la isla.

Con respecto al área de bosque inundable, cuya pérdida neta se ubicó en 26,7 mha, similar a dos veces el tamaño de la ciudad de Manizales, el mayor detrimento lo presentó la región del Pacífico con 180,9 mha, mientras que la mayor ganancia, con 154,2 ha, estuvo en la Orinoquía.

La formación natural con predominio de árboles o arbustos ubicada por debajo de 800 metros sobre el nivel del mar, sobre suelos arenosos, tuvo una pérdida de 81,7 mha (19,4%), equivalente a 5,3 veces el área de Barranquilla, y la formación natural no forestal inundable disminuyó 884,2 mha, ocupando 3,3% del territorio.

Mientras que esta disminución en áreas acompaña a los ecosistemas de sabana con predominio de herbáceas en la Orinoquía y Amazonía, cuya pérdida fue de 537,7 mha (6,8%) casi 3,3 veces el área de Bogotá, la cobertura natural de rocas expuestas, con presencia baja o nula de vegetación aumentó 8,8 mha (10,8%) en 38 años, al igual que la vegetación herbácea sobre arena, restringida a la región Caribe, en ambientes áridos y muy secos de la Guajira, con un incremento de 124,4 mha (29,2%), con 551,2 mha.

Cuando se hace referencia a bosque seco, herbazales de páramo, subpáramo, alta montaña y vegetación sobre roca, el informe establece que perdió 763,7 mha, pasando de 3,3 a 2,5 mha, en tanto que las planicies de marea hipersalina (salares) aumentaron lo equivalente a 5.372 veces el área de una cancha de fútbol, es decir, 5,8 mha.

Área agropecuaria

La cobertura arbórea plantada para la obtención de productos maderables y no maderables, conocida también como silvicultura, aumentó 179,4 mha, cerca de cuatro veces su área en 1985 (389,8%); incremento similar al área total de Bogotá.

Frente a la palma aceitera, uno de los renglones claves para las economías regionales, representando 1,5% del total del área agropecuaria en 2022, el incremento fue de 349,4 mha, con un promedio 9,2 mha anuales, pasando de 82,8 a 432,1 mha, equivalente a 1,6 el área de Tokyo.

La cobertura de pastos manejados y cultivos que pueden ser permanentes o transitorios aumentó su superficie 24,2%, semejante al área del departamento del Guaviare. A 2022 representa 97,8% del área agropecuaria, y Andes es la región con mayor presencia de la clase con 11,8 Mha.

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