Tecnología geoespacial, determinante para cuidar el ambiente

Expertos aseguran que se aproximan variaciones en la temperatura en Colombia, principalmente por El Niño, un fenómeno climático que se presenta en el océano Pacífico por los ciclos naturales del planeta, pero que sus efectos aumentan debido al cambio climático. Se han reportado temperaturas récord en los océanos, además de estadísticas alarmantes del incremento que podríamos experimentar durante los próximos dos años en el país. Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM) el incremento puede estar entre 1,5 y 2 grados centígrados, y tiende a generar temporadas secas, así como consecuencias directas para la economía del país.

En temas ambientales, hace ya algún tiempo que el bienestar de nuestro planeta ha centrado la preocupación de los expertos, quienes se han dado a la tarea de concientizar sobre la urgencia de mitigar las acciones que aceleran el cambio climático. A esta conversación se han sumado países y organizaciones, que, con la intención de disminuir la emisión de dióxido de carbono y contribuir con la estabilidad y sostenibilidad del planeta, han planteado metas y compromisos, implementando tecnología y soluciones innovadoras.

Colombia es uno de los países con un alto compromiso medioambiental. No podía ser distinto, considerando que somos el segundo país más biodiverso del mundo. Con el nuevo Gobierno, estas metas parecen tomar aún más relevancia y tienen prioridad en las políticas públicas nacionales: transición energética, manejo de residuos, ordenamiento territorial alrededor del agua, cuidado de bosques, transformación productiva y acción climática son algunas bases del actual Plan Nacional de Desarrollo, para cuya implementación los datos geoespaciales resultan imprescindibles.

Para realizar una apropiada planeación del territorio, incorporar a las comunidades y tener una economía sustentable, los datos son el motor que permiten tomar mejores decisiones. El monitoreo de ecosistemas es sencillo de realizar con los sistemas de información geográfica (SIG), una estructura diseñada para recopilar, gestionar y analizar datos a través de la geografía que, al estar vinculada con esa información, logra identificar patrones e incluso posibles escenarios que permiten comprender la situación actual y trabajar por un desarrollo sostenible.

Colombia tiene un gran potencial natural y tecnológico. Y es aquí donde los SIG resultan un aliado clave para la toma de decisiones en políticas públicas nacionales, en especial, las relacionadas con metas y compromisos de preservación, protección y restauración de nuestros ecosistemas. Los datos geográficos son el eje que conecta las ideas, la ciencia y las decisiones y, para hacer una buena planeación, es necesario tener escenarios posibles para saber qué es lo más adecuado en pro de la conservación del medio ambiente.

En este sentido, con el uso adecuado y oportuno de información geográfica, tenemos, como país, la capacidad de mitigar los efectos de desastres naturales y tomar acciones acertadas en temas como deforestación, minería ilegal, cultivos ilícitos, entre otros. Con los SIG podemos identificar áreas a proteger (terrestres y marítimas); controlar la siembra de árboles para conservación del suelo e identificar zonas de captura de carbono, desarrollar catastro multipropósito; incluso, es la tecnología que permite divulgar las posibles consecuencias en el radio de influencia que tiene el Volcán del Ruíz.

Los SIG son una herramienta poderosa, dispuesta para proteger la biodiversidad y una aliada para tomar mejores decisiones. Usarla es nuestro deber.