Buenas prácticas permiten cumplimiento de estándares de exportación de aguacate

Pese a que Colombia se ubica en el tercer puesto a nivel mundial en área cosechada de aguacate, con aproximadamente 35.000 hectáreas, para aumentar su demanda y la conquista de otros mercados, los productores se capacitan en prácticas agrícolas que fomenten la calidad y el cumplimiento de los estándares internacionales para su exportación.

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Para mantener la calidad del fruto, destacar en prácticas de agricultura sostenibles y cumplir con las exigencias de los mercados internacionales, la cadena de producción del aguacate debe contemplar factores ambientales como la temperatura, humedad, brillo solar y fenómenos climáticos que alteran los resultados de los cultivos en rendimiento y calidad.

En aras de mejorar su productividad, Yara, compañía dedicada al segmento de fertilizantes minerales para el campo, le apuesta al desarrollo de cultivos, reduciendo las emisiones de CO2 y la huella de carbono, a través del acompañamiento agronómico para asegurar la rentabilidad y sostenibilidad de los productores, y las investigaciones en soluciones de nutrientes más eficientes para el suelo.

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“Estamos comprometidos con la sostenibilidad del sistema agrícola, esto se refleja en la reducción activa de los gases de efecto invernadero en la producción, centramos nuestros esfuerzos en apoyar a los productores mediante programas de capacitación que promueven prácticas responsables, enseñando las mejores técnicas agrícolas y el uso adecuado de fertilizantes para maximizar la eficiencia de recursos y minimizar el impacto ambiental”, agregó Carlos Villavicencio, gerente de Agronomía Región Andina Yara.

De acuerdo con Villavicencio, ante la inminente llegada del fenómeno de El Niño, los productores deben adaptar los planes de fertilización según las necesidades de las plantas y la producción esperada por hectárea. Además, es clave que refuercen la salud del cultivo con la aplicación de calcio soluble, boro y zinc en el suelo.

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Es fundamental que se reduzca el estrés hídrico de las plantas para mantener su vitalidad y, según la compañía, se controle la permeabilidad de las células para conservar la firmeza y flexibilidad de los cultivos. Esto fortalece su resistencia contra plagas y enfermedades, lo que podría afectar la maduración de los frutos y su durabilidad tras la cosecha.

“Creemos firmemente que los productores de aguacate en Colombia, al adoptar prácticas sostenibles, tienen el potencial de satisfacer la demanda global y ganar la confianza de los consumidores en todo el mundo”, concluyó.