Bonsmara, una raza diseñada para soportar climas extremos

Hace más de 70 años, en Sudáfrica, el profesor Jan Bonsma comenzó a liderar el proyecto que dio vida a la raza bonsmara en la estación de Mara & Messina, entre 1937 y 1963, para tener una genética que sobreviviera a las condiciones climáticas extremas del país sudafricano.

Esta raza fue creada a través de un programa de cruzamiento documentado, que se basó en los datos de desempeño de los animales. El gobierno sudafricano buscaba una genética de altísima rusticidad, para que pudiese soportar las condiciones adversas del clima y la baja cantidad de precipitaciones.

Los primeros toros bonsmara fueron dados a algunos ganaderos comerciales en 1950 y la genética se expandió rápidamente en todo el país. Luego cruzó fronteras hacia Namibia, Uganda, Zimbabue, Botsuana y Zambia, hasta llegar al otro lado del océano a ganaderías cárnicas en Argentina, Australia, Brasil, Paraguay, EE.UU., Uruguay y desde hace más de 15 años a Colombia.

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“Los primeros embriones bonsmara nacieron en Colombia en 2007, pero nosotros no queremos que sea una fiebre que pasa, se vuelve carísimo, sino que sea racional para los productores de carne”, explicó Juana Carvajalino, directora de la Asociación Bonsmara de Colombia.

La experta aseguró que son animales eficientes para el productor de carne. “La mansedumbre es una de las características importantes del bonsmara, los índices de ganancia de peso, la habilidad materna y el índice de conversión de alimentos. Una hembra debe tener su parto antes de los 40 meses, un intervalo entre partos específico, destetar mínimo dos de cada tres ternos que pare. Son animales que deben defender sus crías de los chulos, de pumas, jaguares”.

¿Cuáles son sus características? Tienen pelaje corto y brillante si vienen de zonas de climas cálidos; ojos, casco y ubres bien pigmentadas (el pigmento café es aceptable de la raza; constitución fuerte; patas y cascos saludables.

Estos animales crecen, maduran y llegan a una edad fértil entre los 12 y 18 meses de edad. “Bonsmara es una raza conocida por su extraordinaria facilidad al parto, lo cual es excelente en proyectos de cruzamiento”, dijeron desde la asociación.

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La asociación explicó que, para desarrollar el sistema de manera correcta, lo ideal es tener hatos de 20 hembras como mínimo. “Esto permite que los grupos de terneros contemporáneos tengan al menos una cantidad de terneros con masa crítica que haga que los índices sean una representación de la realidad”, agregó.

Actualmente, hay 350 ejemplares en Colombia. “Sacrificamos animales cruzados tanto con cebú, como con trihíbrido con vacas que no sabíamos con qué cruzar. Entonces hay unos que son 50% bonsmara, 25% limousin, 25% brahman, otros con simmental”, explicó la dirigente gremial.

Este sistema requiere de rigurosidad en su implementación con técnicos competentes, una base genética lo suficientemente amplia, compuesta de vacas comerciales básicas. “Las vacas deben ser cruzadas con toros puros bonsmara. Las hembras producto de este proceso, se cruzan nuevamente con toros puros para producir hembras, para dar cría”, agregó.

“En Colombia tenemos 350 ejemplares de la raza”

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Aunque estudió psicología de profesión, Juana Carvajalino se ha dedicado desde 2006 al negocio familiar: la Ganadería Siglo XXI. Esta empresa está ubicada en Tauramena, Casanare, y desde 2007 trajo los primeros embriones de ganado bonsmara a Colombia, en una búsqueda para tener mejores rendimientos en productividad. En Agronegocios hablamos con Carvajalino sobre este sistema productivo y de la rusticidad que tiene.

¿Cómo llegaron a ese sistema productivo?

Nuestro lema es que buscamos machos adaptados al mercado con hembras adaptadas al ambiente. Hemos trabajado con una base de ganadería cebú e hicimos cruzamientos con ganado angus, simmental, entre otros, unos por monta natural y otros por inseminación artificial, eso nos dio buenos resultados, pero sufríamos con la adaptación de los toros.

Entre las razas que evaluamos la que más nos gustó fue el bonsmara, una raza sintética creada en Suráfrica por una recomendación que hizo el MinAgricultura de ese país a un profesor llamado Jan Bonsma.

¿Qué encontró en el estudio el profesor Bonsma?

Lo que primero notó es que las razas criollas tenían un mejor desempeño en Sudáfrica porque la composición corporal del animal no era digestiva, sino respiratoria.

Con toda la información determinó que las razas insulares como el angus, son unas máquinas de producir carne, pero con unas condiciones climáticas en las que esté cómodo, y eso no incluye el calor. Esa fue la primera determinación.

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Él se basó en el afrikáner y lo cruzó con las razas insulares a unas proporciones especiales para tener una máquina de producir carne que funcione para las condiciones de muy baja cantidad de lluvia, con periodos de sequía largos y una recuperación de las pasturas lenta.

¿Cuántos hay y a qué edad los mandan a sacrificio?

Enviamos animales cruzados a sacrificio a los 27 meses y tienen muy buen rendimiento en canal. Nosotros sacrificamos animales cruzados tanto con cebú, como con trihíbrido con vacas que no sabíamos con que cruzar.

¿Venden embriones?

Inicialmente no quisimos hacer una promoción tan agresiva de la raza. Primero, porque las condiciones donde vimos los bonsmara no eran tan parecidas a las nuestras en Colombia, nosotros tenemos en la zona del Piedemonte Llanero en el Meta 4.000 y 4.500 mm de lluvia al año. Cuando yo he ido a Sudáfrica no les cabe en la cabeza esa cantidad de agua, hay criadores con sus fincas cercanas Namibia, donde ellos tienen un nivel de condensación, pero que hace seis o siete años no llueve, para ellos es una bestialidad.

Entonces inicialmente trajimos embriones de Argentina donde esos embriones quisimos ponerlos en la finca y esperar a ver cómo les iba, qué nacía, cómo se comportaban con la cantidad de agua, si les daba hongos en las patas, porque a veces hay situaciones de encharcamientos.

Vendemos toros preferiblemente para que tengan su certificado de fertilidad, registro de pureza, que vean la genética de pureza, trajimos unos embriones de Argentina y semen de Brasil. Tenemos la dificultad de los embriones de Sudáfrica porque no hay un protocolo con ese país, porque puede exportar embriones a Australia.

¿Por qué recomiendan la raza a los productores?

Las características del bonsma en la chequera del ganaderora se reflejan, porque la rotación de capital es importante en estos negocios. Son animales pensados en la funcionalidad del hato ganadero.

Las ventajas para hacer cruzamientos

La Asociación Bonsmara de Colombia explicó que los toros de esa raza cruzan bien con una gran variedad de razas y tipos. “Los ganaderos comerciales continúan usando toros bonsmara sin arriesgar productividad después del primer cruce. En pocas palabras, bonsmara es una raza sintética que se comporta extremadamente bien en programas de cruzamiento”, explicó el gremio.

En cuanto al desempeño cárnico, la asociación explicó que es una genética que se comporta bien tanto en la ceba a pastoreo como en programas de ceba intensivos y semi intensivos. “La ceba de animales o cruzados es muy económica, su mansedumbre hace que sean fáciles de manejar en diferentes explotaciones de engorde, produciendo animales con una carne suave, jugosa y de alta calidad”.