Comenzó en la capital del Valle el 53° Congreso Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite

Con el lema 'Sembrando futuro, construyendo país', este miércoles abrió sus puertas el 53° Congreso Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite, un espacio clave para la agroindustria del país y para el fortalecimiento del diálogo entre palmicultores y actores estratégicos del sector público y privado.

El Congreso, organizado por Fedepalma y Cenipalma, se desarrollará hasta el 13 de junio en el Centro de Eventos Valle del Pacífico, en Cali, y espera reunir a más de 1.000 asistentes y 50 empresas en una muestra comercial que refleja el dinamismo, la innovación y el compromiso con la sostenibilidad del sector palmero colombiano.

El acto de instalación fue liderado por Nicolás Pérez Marulanda, presidente ejecutivo de Fedepalma. En su discurso de bienvenida hizo un balance general de cómo va la industria y la importancia que tiene esta para el país, además de la generación de empleo y en qué vienen trabajando con gran éxito. También se solidarizó con la familia del precandidato presidencial del Centro Democrático Miguel Uribe Turbay e hizo votos por su pronta recuperación.

"La evolución del sector palmero ha traído consigo una diversidad de actores, lo que nos ha llevado a repensar nuestra estructura organizativa y a fortalecer los espacios de participación, representación y servicios para todos los productores. Hoy, el 74% de los 8.200 palmicultores del país tienen menos de 20 hectáreas, una realidad que nos ha impulsado a adaptar nuestros mecanismos para responder mejor a sus necesidades. En esa línea, en cumplimiento de la proposición aprobada en nuestro Congreso 2024, con el objetivo de ampliar la participación de pequeños y medianos productores en los órganos directivos y asesores, se adelantaron las siguientes acciones:", comentó Pérez Marulanda.

También habló de otros temas. "El crecimiento significativo del número de productores ha representado un reto en nuestro propósito de acercar la Federación a todos los palmicultores, en especial a los de pequeña escala. En respuesta, hemos fortalecido los “Diálogos Palmeros”, espacios de conversación directa que llevamos el año pasado a municipios intermedios y apartados, donde muchos productores nunca habían tenido contacto con el gremio.
En 2024 realizamos ocho diálogos en las cuatro zonas palmeras, con la participación de cerca de 800 palmicultores. Estos espacios han sido claves para conocer sus inquietudes, compartir nuestras iniciativas y promover alianzas con autoridades regionales, fortaleciendo así el vínculo entre el sector y el desarrollo territorial".

"Como ya lo he mencionado, los aportes del sector al país son innumerables. La disponibilidad de aceite de palma en Colombia contribuye de manera estratégica a la seguridad alimentaria del país. Además, este sector diversifica la canasta exportadora y genera divisas, impulsa el desarrollo regional, y crea empleo formal y estable en las zonas rurales".

"El desarrollo de mercados tanto para la alimentación humana como para los biocombustibles ha impulsado un notable crecimiento en las ventas locales, que se han triplicado en los últimos 35 años y actualmente representan entre el 70 y 85% de la producción nacional. Es importante destacar que esta expansión se ha logrado sin generar tensiones entre los usos alimentarios y energéticos, gracias a la capacidad del sector para atender ambos mercados de manera equilibrada y sostenible".

"La economía circular se ha convertido en un componente esencial del modelo de negocio de nuestro sector. Hoy reconocemos el valor de los subproductos de la cadena y su potencial para generar beneficios económicos, ambientales y sociales. En concreto, el aprovechamiento del biogás generado a partir del tratamiento de aguas residuales en las plantas extractoras".

Se refirió, también, a cómo va el tema del biogás. "Actualmente, 19 plantas extractoras cuentan con sistemas de captación de biogás, lo que ha permitido mitigar 560 mil toneladas de CO₂ equivalentes al año. Cerca del 50% del biogás generado se utiliza internamente, reduciendo significativamente el consumo de energía de la red. Esta alternativa no solo mejora la sostenibilidad ambiental, sino que también impulsa la transición energética del país. Seguimos trabajando para que el biogás sea valorado en el mercado nacional, ya sea como fuente de energía o como biometano. Esto me lleva a hablar de una de las apuestas más relevantes de nuestra agroindustria".

Como primera apuesta, mencionó que las bajas emisiones y la protección del suelo. Dijo estudios financiados por el Banco Mundial han demostrado que "nuestras emisiones están significativamente por debajo de nuestros competidores debido al uso de prácticas bajas en carbono y al bajo impacto en el cambio directo en el uso del suelo, debido a que las tierras donde se cultiva palma eran previamente destinadas a ganadería extensiva y cultivos transitorios".

La segunda apuesta es la referente al monitoreo satelital de deforestación. "En alianza con Satelligence, tenemos un monitoreo satelital de más de 18 millones de hectáreas, lo que nos ha permitido detectar alertas tempranas y demostrar que el 99% de los cultivos de palma en Colombia están libres de deforestación. La palma de aceite en Colombia NO es motor de deforestación".

Y en tercer lugar nombró los estándares APSColombia. "La estrategia Aceite de Palma Sostenible de Colombia ha permitido certificar en su primer año a 370 productores bajo un estándar riguroso, elevando el nivel de responsabilidad y cumplimiento dentro de nuestro sector. Hoy podemos decir que el 18% del CPO equivalente está certificado bajo este estándar, con lo cual más del 30% del CPO se encuentra certificados con algún estándar de sostenibilidad".

Cerró hablando de "poder medir y demostrar que somos sostenibles ha sido el resultado de un proceso que viene desarrollando el sector desde 2004 y que ha implicado una transformación cultural en la forma en la que hacemos las cosas. Este sector ya interiorizó la sostenibilidad como parte de su modelo de negocio. La sostenibilidad en la palmicultura no es solo una aspiración: es un modelo probado, respaldado por resultados concretos y al alcance de todos los productores.
Ahora bien, nuestra ruta de la sostenibilidad también incluye la conservación de la biodiversidad. Actualmente, se han identificado al menos 27 mil hectáreas de áreas de conservación reportadas en certificaciones internacionales, aunque sabemos que hay muchas más. Nuestro reto por ahora es identificarlas correctamente".

Reiteró, además, de la importancia de la seguridad y el uso de la tecnología para la industria palmera.

Una agenda para el futuro sostenible de la agroindustria

Durante los tres días, los asistentes podrán participar en espacios académicos, conferencias magistrales y paneles en los que se abordarán temas clave como: el rol del sector privado en la construcción del país; la evolución de la economía global y local y su impacto en el consumo de aceite de palma; los avances en investigación sobre la pudrición del cogollo; el potencial de la inteligencia artificial generativa para el agro; y el plan nacional para combustibles sostenibles de aviación (SAF).

Entre los conferencistas destacados se encuentran Albert Scalla (StoneX Group), Camilo Herrera (Raddar), Ana Fernanda Maiguashca (Consejo Privado de Competitividad) y Jorge Enrique Bedoya (SAC). En la agenda también estará presente la ministra de Agricultura y Desarrollo Rural, Martha Carvajalino, quien estará mañana en la capital del Valle del Cauca.

Asimismo, se realizará el IV Reconocimiento a la Sostenibilidad Palmera, la entrega de distinciones a la Mujer Palmera, y la premiación del Concurso Nacional de Fotografía. El 13 de junio se cerrará con las Sesiones Estatutarias, espacio reservado para los palmicultores.