“Hay que educar a agricultores y empresarios sobre uso de la propiedad intelectual”

Los derechos de propiedad intelectual (PI), como patentes y derechos de autor, aseguran que las empresas y los individuos que realizan estas inversiones puedan proteger sus creaciones y obtener un retorno económico. La protección de estos juega un papel crucial en el desarrollo de sectores estratégicos como el agroindustrial, particularmente en un país como Colombia, que cuenta con ventajas competitivas significativas en biodiversidad y en producción agropecuaria.

Gloria Alonso, exdirectora del Departamento Nacional de Planeación y exembajadora de Colombia ante la Ocde, es toda una experta en el tema. Habló de la importancia de esta en el agro.

¿Cómo está Colombia en PI respecto al agro?

Colombia ha avanzado en la protección de la propiedad intelectual (PI) en el sector agroindustrial, contando con un marco regulatorio que permite el uso de biotecnología y patentes relacionadas con semillas, bioinsumos y tecnologías agrícolas. Sin embargo, enfrenta desafíos como la baja inversión en investigación y desarrollo (0,3 % del PIB en 2020), la desigualdad regional en el acceso a PI y un bajo número de solicitudes de patentes comparado con otros países de la Ocde.

La protección de los derechos de propiedad intelectual (PI) juega un papel crucial en el desarrollo de sectores estratégicos como el agroindustrial, particularmente en un país como Colombia, que cuenta con ventajas competitivas como tener condiciones para producir productos agrícolas los 365 días del año, además de ser uno de los pocos países en el mundo con la posibilidad de ampliar su frontera agrícola sin impactar bosques y zonas de biodiversidad.

Desde diversos ángulos, la PI puede contribuir a fomentar la innovación, la investigación y el desarrollo (I+D) en este sector, sirviendo como catalizador para aumentar la productividad, promover la sostenibilidad y fortalecer la competitividad en los mercados globales. El beneficiado siempre será el ciudadano: de un lado el agricultor grande y/o pequeño, que, gracias a semillas mejoradas, productos innovadores, biotecnología, fertilizantes y agroquímicos más amigables con el medio ambiente, le permitirán obtener más producto de mejor calidad y más diversificado y de otro por supuesto, el consumidor final, nacional o internacional.

De igual forma, con innovación se logra la reducción del impacto ambiental combinando dentro del esquema de Manejo Integrado de Plagas, tecnologías con menor carga química, bioinsumos y herramientas de agricultura digital fortaleciendo la competitividad de la producción nacional y la capacidad exportadora mediante productos de alto valor agregado. Todo esto redunda en más ingresos para el país y bienestar para todos, pues sin duda contribuye al cierre de brechas sociales y regionales.

¿Qué cree que debemos mejorar en PI?

Colombia debe mejorar en la transferencia de tecnología hacia las regiones rurales, fortalecer las Oficinas de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRIs), además, promover incentivos fiscales para registrar PI y aumentar la inversión en I+D, que actualmente es muy baja.

Adicionalmente, es clave educar a los agricultores y empresarios sobre los beneficios y el uso de la PI. Sin duda, se requiere a nivel nacional diseñar una estrategia de educación con formación de capacidades que tenga como fin lograr avances en innovación provenientes de una agenda de investigación priorizada hacia una la búsqueda de lograr mayor productividad en sectores estratégicos y con potencial de crecimiento en el país.

De los sectores del agro, ¿cuál es el más neurálgico en cuanto a PI y por qué?

El sector de biotecnología agrícola es el más neurálgico y con un gran potencial, puesto que incluye el desarrollo de nuevas variedades vegetales, bioinsumos y tecnologías para optimizar el uso de recursos. Los cultivos como el maíz, arroz, caña de azúcar y palma de aceite tienen un alto impacto en la economía y son objeto de constantes desarrollos tecnológicos protegidos por PI.

¿Un agricultor pequeño cómo puede registrar su marca?

Un pequeño agricultor puede registrar su marca ante la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), siguiendo un proceso que incluye: elegir un nombre distintivo, verificar que esté disponible, presentar una solicitud de registro, pagar las tasas correspondientes y esperar el análisis y aprobación de la SIC. También puede recibir apoyo de las OTRIs u organizaciones locales.

¿Cree que existe en el país barreras para que lo hagan?

Sí, existen barreras, principalmente la falta de conocimiento sobre los procesos de PI, los costos asociados y la concentración de servicios de apoyo en las grandes ciudades, lo que limita el acceso para los agricultores rurales.

¿Hay casos de competencia desleal que afecten el agro?

Sí, la competencia desleal se presenta cuando productos agrícolas son vendidos como si fueran de origen protegido o de calidad superior sin serlo, afectando a productores que invierten en PI y cumplen estándares de calidad. También ocurre cuando se copian tecnologías agrícolas protegidas sin autorización.

¿Qué les recomienda a los agricultores en cuanto a propiedad intelectual?

Les recomiendo proteger sus marcas, nombres comerciales, diseños y variedades vegetales. También deben capacitarse sobre cómo usar la PI para proteger sus desarrollos y buscar apoyo de las OTRIs u otras entidades para registrar y gestionar sus derechos.

¿Qué ejemplos de PI en el agro son los más relevantes?

Ejemplos destacados incluyen las patentes de variedades vegetales desarrolladas por Agrosavia (maíz, arroz, yuca y cacao); tecnologías de riego de Cenicaña, Cenicafe, sistemas agroforestales del Ciay y bioinsumos de Ecoflora Agro.

¿Cómo proteger a los agricultores de la vulneración de la PI?

Se debe fortalecer la supervisión y control por parte de las autoridades, promover campañas educativas sobre PI, facilitar el acceso a servicios de registro y ofrecer asesoría jurídica para defender sus derechos en casos de infracción. Las Oficinas de Transferencia de Resultados de Investigación deberían trabajar para facilitar la conexión entre investigadores y productores rurales, para que estos entiendan mejor los beneficios de esta.

¿Algún mensaje adicional a las personas acerca de la importancia de la PI en el agro?

La propiedad intelectual es una herramienta poderosa para proteger las innovaciones agrícolas y garantizar que los agricultores, pequeños y grandes, puedan obtener un beneficio justo por su trabajo. Promover la cultura de la PI es clave para asegurar que el conocimiento generado en el campo se traduzca en bienestar económico y social. Al mismo tiempo, con protección de los derechos de PI, el país avanzaría en productividad, esto es producir con gran calidad y a menor costo, logrando un espacio en los mercados más competitivos.

Pero lograr avanzar en competitividad con avances en PI, requiere de una mejor articulación de la academia y centros de investigación, con el Estado y con las empresas, grandes y/o pequeñas.

Asimismo, es importante que la ciudadanía comprenda que los avances que logremos en innovación, gracias a la Investigación y Desarrollo y a la aplicación del conocimiento en los procesos productivos, no solo protegen derechos fundamentales como la vida y la seguridad alimentaria, sino que también se derivan en múltiples beneficios, los cuales son transversales a todas las actividades económicas de una sociedad, permitiendo el acceso a bienes y servicios de mayor calidad. Este puede ser un motor clave en Colombia al transformar industrias, mejorar la eficiencia y crear soluciones personalizadas para problemas locales.

Con inversión en talento, regulación adecuada y alianzas estratégicas, el país puede posicionarse como líder regional en el desarrollo y aplicación de la IA. En todos los sentidos, es importante entonces promover el conocimiento de los ciudadanos, los empresarios, los innovadores, los investigadores, sobre la relevancia de proteger los derechos de propiedad intelectual y su impacto positivo en el desarrollo económico y social del país.