Abrazar vacas, una opción más que se populariza dentro de las terapias con animales

Los animales han sido la compañía perfecta para el desarrollo y evolución del ser humano en múltiples funciones y aportes; en la economía, pero también en el bienestar psicoemocional. Un ejemplo de esto último son las diferentes terapias humanas asistidas con animales.

Al lado de la conocida equinoterapia, terapia humana con caballos, está también las que se hacen con vacas, la última tendencia en prácticas sanadoras con animales, que puede ayudar a aliviar el estrés, ansiedad o depresión.

“Las vacas con sus abrazos están salvando vidas”, es la premisa detrás del “koe knuffelen”, termino que engloba esta terapia asistida con bovinos, desarrollada en Países Bajos.

Y es que, según el veterinario Carlos Medina, el contacto con los animales “va a generar una producción de sustancias como endorfinas, que son de bienestar y van a ayudar a disminuir problemas como el estrés”.

“Me di cuenta de lo infeliz que era y de lo feliz que me ponía cuando pasaba tiempo con las vacas. Crecí con caballos de carreras que son muy agresivos. Si te acercas a ellos, te pueden patear en la cara. Pero las vacas eran animales realmente grandes y dulces que me permitían abrazarlas y acostarme con ellas. Eso fue un cambio de juego”, se lee en una cita de Lawrence Fox, fundador de Cow Cuddling Co., empresa social de terapia de vacas en Australia.

Pero, ¿cómo se da estos efectos? Se cree que la temperatura corporal más cálida de la vaca y sus latidos cardíacos más lentos promueven la positividad y reducen el estrés al aumentar la oxitocina en los humanos, la hormona liberada en la vinculación social, según la BBC. Además el beneficio es mutuo, pues un estudio de Applied Animal Behavior Science encontró que las vacas “muestran signos de placer y relajación cuando la gente las acaricia”.