Agricultura

Estamos en cosecha

24 de octubre de 2017

Colombia es un país que por sus características agroecológicas produce café durante todo el año. Normalmente, en el primer semestre se recolecta cerca de 40% del café y el otro 60%, en el segundo semestre. En estos momentos, de acuerdo a las floraciones que se presentaron en los primeros meses del año, en gran parte del país estamos en cosecha. 

Todas las labores que hacemos como lo son las renovaciones, fertilización, manejo de arvenses, plagas y enfermedades, están enfocadas en obtener la mayor cantidad y calidad de café, logrando mejor rentabilidad. 

El café está en los árboles, por lo que ya conocemos la cantidad que vamos a recolectar, pero en calidad, no nos podemos descuidar, pues la recolección y beneficio son procesos en los cuales mantenemos la calidad al hacer todo muy bien, pero de no hacerlo, podemos afectar la calidad perdiendo el esfuerzo y trabajo que se ha hecho atrás. 

Estos son algunos consejos que debemos poner en práctica  durante la cosecha, todos enfocados a conservar la calidad del café, cuidar nuestros recursos naturales y obtener la mejor rentabilidad posible. 

1. Despulpe sin agua: aunque la gran mayoría de las familias caficultoras de Colombia lo hacen, es bueno recordar que al despulpar y transportar la pulpa sin agua hasta una fosa techada, se evita 74% de la contaminación potencial de los recursos hídricos por causa de los subproductos del proceso de beneficio, sin afectar el funcionamiento de la máquina despulpadora ni la calidad del café.

La pulpa sin agua se descompone más rápidamente y  puede aprovecharse para el cultivo de hongos comestibles y medicinales, la producción de abono orgánico o bioenergía. Mejor dicho, botar la pulpa o no procesarla para aprovecharla es un gravísimo error desde cualquier punto de vista.

2. Tenga listos y calibrados todos los equipos necesarios para el beneficio: despulpadora, secaderos, tanques para el almacenamiento de agua, fosa, silos y bodegas, entre otros.

3. Descartar los frutos recogidos del suelo y no mezclarlos con el café de buena calidad

4. No dejar el café en baba sumergido en aguas sucias, con pulpas y granos guayabas.

5. Durante la fermentación, lavado, secado, transporte y almacenamiento de los granos de café hay que asegurar los ambientes libres de humo, emisiones, animales, material particulado, pinturas, disolventes, combustibles y otros productos olorosos.

6. Los secadores mecánicos deben dotarse de intercambiador y chimenea para evitar la combustión directa y la contaminación cruzada del café con combustible o humo.

7. Utilizar agua limpia para el beneficio y preparación del café.

8. Mantener limpios y en buen estado los tanques de almacenamiento de agua.

9. Mantener limpios los utensilios, equipos e instalaciones para procesamiento de café.

10. En las bodegas de almacenamiento del café no deben guardarse combustibles, abonos, insecticidas, pinturas, maderas, frutas o vegetales, y debe controlarse periódicamente la presencia de insectos, roedores y animales.

11. Es necesario completar el secado de cada carga de café, en el ciclo de operación del secador mecánico. No debe apagarse el secador cuando tiene el café húmedo, ni dejar el grano en el secador por días, ya que se corre el riesgo de producir defectos como contaminados, químico y fenol.

El uso de una fosa techada para almacenar y procesar es fundamental, ya que la pulpa y el mucílago representan 100% de los residuos que se generan durante el proceso de beneficio húmedo de café. La sola construcción de una fosa techada para la descomposición de la pulpa evita 74% de la contaminación hídrica, si el transporte de la pulpa se realiza por gravedad o mecánicamente, sin la utilización de agua. 

Transformar el café cereza en café pergamino seco, conservando la calidad exigida por las normas de comercialización, evitando pérdidas del producto y eliminando procesos innecesarios, son acciones fundamentales para aprovechar los subproductos. Esto representa mayor ingreso económico para la familia caficultora, utilizando la mínima cantidad de agua necesaria en el beneficio.

La rentabilidad de la caficultura no depende de un solo factor, sino de la suma de una serie de actividades, que deben hacerse bien. Una sola falla afecta los ingresos económicos. Producir café con calidad es rentable desde el punto de vista económico, de reconocimiento y de bienestar para todos. Pero eso sí,  recordando que es una responsabilidad de todos mantener la calidad.

Para que exista calidad, cafés especiales, comercialización y rentabilidad debemos tener en cuenta que todo parte de un sistema de producción agronómicamente bien manejado. Producir café de calidad, es otra forma de obtener el mejor precio de venta, y de seguir resguardando el buen  nombre del café colombiano. Si todos producimos café con calidad sostenible, gana Colombia y ganamos todos.

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