¿Cómo a partir de la inteligencia artificial es posible saber del lenguaje emocional animal?

La relación que existe entre los humanos y las mascotas viene evolucionando de manera importante en los últimos años. De hecho, hoy en día no solo se les considera parte de la familia, ya que cada vez más se buscan herramientas para entenderlos mucho mejor a ellos y a sus emociones. Bajo este contexto, la inteligencia artificial (IA) comenzó a desempeñar un papel clave al dar la posibilidad de interpretar lo que sienten las mascotas, por medio de análisis de sus gestos, comportamientos y sonidos.

El desarrollo de tecnologías que permiten traducir señales no verbales de gatos y perros viene avanzando con esfuerzo, impulsado por diferentes compañías tecnológicas que aplican modelos de IA para identificar emociones como alegría, miedo, ansiedad o dolor. A través de cámaras, micrófonos y sensores, estos sistemas pueden recolectar diferentes datos que son procesados por algoritmos capaces de reconocer patrones relacionados con la conducta. A partir de esto, es posible generar interpretaciones en tiempo real sobre el estado emocional de los animales.

Uno de los enfoques más prometedores es el análisis del lenguaje corporal y las expresiones faciales. Algunas de las herramientas que existen actualmente ya permiten captar cambios en los ojos, las orejas o la cola de su animal de compañía y de esta manera lo asocian con emociones específicas. En el caso de los perros, el tono del ladrido y su frecuencia también pueden aportar información clave. En gatos, las vocalizaciones y la postura corporal son igual de dicientes. Esta capacidad que tiene la inteligencia artificial de interpretar señales que muchas veces son imperceptibles para los humanos representa un avance crucial en la comprensión del bienestar animal.

Asimismo, ayuda a mejorar la convivencia cotidiana y estas innovaciones también tienen aplicaciones clínicas. Algunos veterinarios y etólogos pueden llegar a usar estos sistemas para detectar malestares antes de que se manifiesten físicamente, mejorando así el diagnóstico y eltratamiento de enfermedades.

No obstante, a pesar del entusiasmo que hay por estas herramientas, es importante tener en cuenta que la IA aún no reemplaza la observación humana ni mucho menos el juicio profesional. Por ello, tenga en cuenta que las tecnologías actuales son complementarias y deben utilizarse quizá como apoyo, no como único medio de diagnóstico o interpretación. Aunque este avance promete un futuro lleno de dispositivos más precisos y accesibles, capaces de brindar datos que ayuden a cuidar mejor a los animales de compañía.