La boquilla de pulverización de Jacto: una pieza que hace la diferencia en su cultivo

El desafío es garantizar una mayor productividad sin tener que aumentar el área de cultivo y, para ello, la maximización de los recursos, la adopción de tecnologías y prácticas sostenibles son factores fundamentales para lograr este objetivo.

Una de estas tecnologías es el desarrollo de boquillas de pulverización cada vez más precisas y con diferenciales que optimizan el consumo de producto, mejoran la eficiencia de la aplicación al garantizar la uniformidad y proporcionar un mejor control de plagas y enfermedades.

Las boquillas son pequeñas piezas que se acoplan a los pulverizadores y que establecen una gran diferencia en el manejo de plagas y en el control fitosanitario.

La importancia de las boquillas de pulverización
La correcta aplicación de los productos genera una gran responsabilidad sobre los pulverizadores y las técnicas de aplicación, junto con las tecnologías y procesos que cada vez están más avanzados, para permitir una dispersión más eficiente y segura.

Según Gilson Lemos, gerente de ventas de piezas y boquillas de Jacto, empresa de máquinas, servicios y soluciones agrícolas que tiene entre sus especialidades la pulverización, la boquilla es responsable de gran parte de los resultados obtenidos en el ciclo de producción, por eso es importante utilizar la pieza correcta asociada a un pulverizador con todos los dispositivos calibrados y regulados, para que el producto alcance el objetivo y proporcione una mayor productividad.

"Este control contribuye a una cultura más sana y se refleja en la rentabilidad del productor, porque una planta sana expresa su potencial genético y produce mejor. Así, podemos decir que las boquillas actúan directamente en el aumento de la rentabilidad final del agricultor al permitir evitar pérdidas y aumentar la productividad”, explica Lemos.

Existe una diversidad de boquillas de pulverización que proporcionan diferentes gotas y deben elegirse de acuerdo con el ciclo (etapa) de la planta, el tipo de enfermedad, la plaga o maleza que se desea combatir, la temperatura ambiente, la velocidad del viento y la humedad en el momento de la aplicación.

Es importante conocer el efecto del tamaño de las gotas en una aplicación, porque esta característica afecta de forma directa la cobertura de pulverización, la retención del producto en el objetivo y en el potencial de deriva. Las gotas más pequeñas proporcionan una mayor cobertura y una mejor retención del producto en el objetivo, con un menor riesgo de escorrentía, pero aumentan el potencial de deriva. Por otro lado, las gotas más grandes suelen proporcionar menos cobertura, con mayor riesgo de escorrentía, sin embargo, ofrecen una mayor seguridad en la aplicación cuando se trata de deriva.