Agricultura

Alternativas de los bancos para financiamiento de proyectos agropecuarios en Colombia

Algunas son la tarjeta de crédito agropecuaria y cafetera, el leasing de activos productivos; y los créditos Agrofácil y Agrosostenible
Valentina Rodríguez Chacón
13 de agosto de 2025
Los bancos ofrecen créditos para las diferentes necesidades de los productores
Central del Campo S.A.S.

En un país como Colombia, que para el primer trimestre del año produjo $15.748 miles de millones en agricultura, ganadería, silvicultura y pesca (a precios constantes), son necesarias las alternativas para el financiamiento de sus productores. Así, los créditos especializados e iniciativas para transformar el agro en términos tecnológicos y sostenibles son cada vez más necesarios. Esto no solo para fortalecer al sector y mejorar su competitividad, sino también para reconocer a la parte rural del país y cerrar las brechas sociales y económicas del territorio. En este sentido, Davivienda, Bancolombia y Banco Agrario son algunos de los que ofrecen alternativas.

Financiamiento para productores agropecuarios
Financiamiento para productores agropecuarios

 

En primer lugar, Davivienda cuenta con una tarjeta de crédito agropecuaria y cafetera, dirigida tanto a personas naturales como jurídicas del sector, su uso es exclusivo para financiación del desarrollo de actividades productivas y comercializadoras en el país. La vigencia de su cupo es de 12 meses, con plazos flexibles de financiación de acuerdo con la actividad que se realice. Para adquirirla, debe tener como mínimo dos años de experiencia en la actividad agropecuaria correspondiente; presentar los documentos necesarios, entre estos una fotocopia ampliada de su cédula y el certificado de no declarante; y diligenciar el formulario de ‘Nos interesa conocerlo cuéntenos de usted’.

Por otro lado, el banco también cuenta con un leasing de activos productivos, es decir un contrato de arrendamiento durante un tiempo establecido. Esto de dos maneras: directo, que implica un activo de proveedor nacional, y de importación. Con este es posible financiar vehículos, maquinaria y equipos médicos, tecnológicos y generadores de eficiencia energética. El proceso para acceder es casi el mismo que con la tarjeta de crédito, pero con una lista más larga de documentos requeridos.

Por su parte, Bancolombia considera al sector agrícola como un factor vital en la economía de Colombia. Esto, porque el país cuenta con 1,3 millones de productores pequeños sobre los 2,7 millones de empresas dedicadas al agro en general. Cuenta con cuatro tipos de facilidades para el sector. La primera, y la más común, es la cuenta corriente, que permite el manejo de dinero mediante tarjeta o chequera y que está amparada por el seguro de Fogafin. También ofrece un seguro paramétrico, que se aplica a los cultivos por falta o exceso de lluvia, de forma que si las predicciones climáticas fallan, los productores puedan recuperar su inversión. Se caracteriza entonces por tener cobertura sobre todos los cultivos que no estén bajo invernadero, además de permitir la elección de la aseguradora de preferencia (Axa, Colpatria o HDI).

De acuerdo Bancolombia, el banco “ha desarrollado distintas líneas de crédito que responden a las particularidades del sector, que incluyen créditos tradicionales, líneas con recursos de Finagro, alternativas de financiación sostenible, como Agro Sostenible, Avicultura Sostenible y Ganadería Sostenible, así como Agro para Todas, un crédito orientado especialmente a los proyectos de las mujeres en el sector. Para dar una idea, solo en el primer semestre de 2025 Bancolombia desembolsó créditos de Finagro por $22 billones, con lo cual se consolida como el principal colocador en el sector, y ha acompañado la implementación de las distintas líneas de la entidad para el sector”.

Por tanto, otras de las alternativas que se ofrecen son el crédito Agrofácil y el crédito Agrosostenible. El primero, diseñado para acompañar la producción, transformación y comercialización de la cadena agropecuaria con las condiciones de Finagro. Se enfoca tanto en personas naturales independientes como en personas jurídicas, haciendo énfasis en el periodo de preparación y siembra, en el sostenimiento y manejo de cultivo y en los periodos de cosecha. Esto con la posibilidad de acceder a tasas de interés más competitivas, a asesorías de Cebar-Campo Estratégico-Megag para la planeación del proyecto y a pagos virtuales en el momento más óptimo del ciclo productivo. De igual manera, y solo si el desembolso se consigna a la cuenta del mismo titular del crédito, el crédito estará libre de gravamen a los movimientos financieros.

En cuanto al crédito Agrosostenible, se enfoca en pequeños y medianos productores que generen un impacto social o ambiental. Entre sus proyectos financiables se encuentran los relacionados con eficiencia energética, energía renovable, producción más limpia, economía circular, construcción sostenible, certificación en sostenibilidad y ganadería sostenible. Sus beneficiarios son tanto del sector público como del privado, y el monto a financiar se determina en función del impacto ambiental que pueda tener el proyecto. Sus intereses se pueden pagar mensual, trimestral o semestralmente, con plazos de pago de hasta 84 o 120 meses.

Adicionalmente, se afirmó que “también están los encadenamientos productivos, un modelo pionero que ha permitido la entrega de más de $6,6 billones en créditos, mediante la validación de pequeños actores por parte de empresas medianas y grandes, facilitando su inclusión en el sistema financiero. Bancolombia ofrece seguros agropecuarios que protegen a los productores frente a eventos climáticos adversos. Desde su implementación en 2023, se han emitido más de 2.700 pólizas, contribuyendo a la resiliencia del sector”.

Esto se resume en una presencia activa y cercana con comunidades rurales, pues tienen más de 570 sucursales, 28.000 corresponsales bancarios, 410 asesores pyme y 188 asesores móviles para llegar a todo el país, de la mano con un estudio constante de las necesidades de los productores, acompañándolos también con programas de educación financiera, formación para gestión de negocios e incluso herramientas para quienes quieren importar y exportar.

Por su parte, Banco Agrario también ofrece una variedad de alternativas pensadas en el productor agropecuario colombiano, pues su presencia en el país llega a más de 1.000 municipios, cubriendo 98% del territorio. De acuerdo con su portafolio ganadero agropecuario, la primera línea de trabajo con la que cuenta es la financiación bajo el esquema de transferencia de embriones, que se enfoca en la producción bovina con mejoramiento genético y cuyos intereses varían de acuerdo con los ciclos de la actividad y el flujo de caja.

También está la línea de crédito para explotaciones pecuarias para la compra y explotación de animales, con un plazo de pago de acuerdo al ciclo productivo y flujo de caja del proyecto. Esto sin olvidar la línea de crédito para sostenimiento pecuario, que se centra en los costos de sostenimiento animal relacionados con nutrición, asistencia técnica, control sanitario y manejo de especies con un plazo de pago de máximo de 24 meses para ceba bovina y de 36 meses, todo de acuerdo al flujo de caja.

Por otro lado, cuenta con la línea de crédito verde que se centra en los proyectos con enfoque sostenible mediante la conservación del medio ambiente y la mitigación y adaptación al cambio climático. Se destina, especialmente, a la implementación de sistemas silvopastoriles y el plazo de pago también varía según el proyecto. Así mismo, Banco Agrario cuenta con la posibilidad de financiar la compra de maquinaria o equipos necesarios para la producción y recolección agropecuaria.

En este sentido, también cuenta con un crédito para la adecuación de tierras, con el que se pueden financiar sistemas de riego y drenaje, equipos, canales de conducción de aguas, diques, muros de contención, pozos, reservorios y manejo hídrico, electrificación, puentes, preparación y mejora de los suelos. Esto con tasa de interés y períodos de gracia variables. Asimismo, cuenta con la línea de crédito Agrocupo, que financia proyectos formados por dos módulos productivos utilizados sucesivamente durante el ciclo de producción. Desde este punto de vista aparece el crédito para la siembra agrícola, que financia el desarrollo y adquisición de material vegetal, previvero, vivero, establecimiento, renovación o sostenimiento de cultivos.

Dentro de su portafolio también cuenta con el Incentivo Integral para la Gestión de Riesgos Agropecuarios para pequeños productores. Esto mediante la promoción y financiación del acompañamiento técnico, el fomento al ahorro y a la transferencia de riesgos agropecuarios, el subsidio de tasa de interés e incentivos a la inversión. En este contexto, también tiene créditos para infraestructura, para servicios de apoyo, para capital del trabajo agropecuario, para certificaciones, para jóvenes y mujeres rurales y para poblaciones en situación especial. Adicional, ofrece la tarjeta de crédito agroinsumos, diseñada para quienes se dedican al mundo agropecuario con cupo de hasta 20 Smmlv, cuota de manejo gratis, tasas de interés preferencial, seguros y asistencias especiales.

Estas opciones responden a necesidades de productores

Las alternativas de Davivienda, Bancolombia y Banco Agrario son la respuesta al estudio de las necesidades de los productores, pero también representan la urgencia por abordar y entender los cambios y desafíos a los que se enfrentan a diario. Así se pueden plantear programas que reconozcan al sector rural como vital en la economía del país. Los productos que las entidades bancarias ofrecen cubren varias de las necesidades productivas, pero aún queda mucho por trabajar. Aunque esta no es la meta final, demuestran un gran avance en materia de disminución de brechas y reconocimiento del campesinado.

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