¿Qué trae para el sector agropecuario la propuesta del Plan Nacional de Desarrollo?

El Departamento Nacional de Planeación (DNP) anunció a través del Plan Plurianual de Inversiones (PPI) que invertirá cerca de $780 billones en los departamentos para el cuatrienio 2022-2026. Esta propuesta tiene cinco ‘transformaciones’, entre las que están la seguridad humana y justicia social; convergencia regional; derecho humano a la alimentación; internacionalización, transformación productiva para la vida y acción climática, y el ordenamiento del territorio alrededor del agua y justicia ambiental.

Este plan trae diferentes consecuencias para el agro, puesto que maneja temas relacionados con la reforma agraria y el ordenamiento territorial. Según la Radiografía Trimestral del Sector Agropecuario de Bancolombia, es imposible establecer cualquier política de tierras si no se cuenta con un catastro. El Gobierno tiene como meta para el cuatrienio llegar a 70% del área geográfica, aún cuando Gustavo Marulanda, director del Instituto Geográfico Agustín Codazzi (Igac), dijo en Inside LR que el proceso se encontraba en poco más de 9%.

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Tal y como lo han anunciado en reiteradas ocasiones altos funcionarios del Gobierno, las compras de tierras en el Caribe y el Magdalena Medio son una prioridad para la compra de tierras, algo que se estipuló en los documentos que acompañan al PND. “A esta reforma la acompaña la intención de crear una jurisdicción agraria que ayude a acelerar los conflictos legales sobre la tierra, entre otros temas”, dice el informe.

Impulsar bioinsumos y disminuir la demanda de fertilizantes importados

Otro de los aspectos que planea cambiar el PND es la dependencia de fertilizantes importados, pues el “conflicto Rusia-Ucrania puso en evidencia que existen riesgos en la agricultura de países que deben importar las materias primas básicas, como es el caso de Colombia”, agregó.

El documento plantea una necesidad de impulsar los bioinsumos, pero, según el informe de Bancolombia, se debe esperar para conocer qué impulso real va a tener, dado que en la reforma tributaria no se observó un incentivo específico para este tema.

Hacer crecer la oferta agroalimentaria

Según el informe, una de las regiones beneficiadas por el PND es la altillanura, pues existen inversiones en diferentes proyectos viales, en la navegabilidad de ríos y el desarrollo de transporte ferroviario. Además, esta región es un foco por el potencial que tiene para el crecimiento de la oferta agroalimentaria, pues se pueden desarrollar cultivos como el maíz, la soya, el caucho, forestales, palma africana y asta cacao.

“A esto se suma la iniciativa de desarrollar una ruta comercial con Venezuela, lo que podría darles mayor viabilidad económica a los proyectos en esta región”, se lee en el reporte.

Agro y transición energética

La propuesta del PND muestra un interés en que las regiones desarrollen proyectos de bioenergía y biogás. El informe señala que, independientemente de la relación de huella de carbono entre los biocombustibles versus el hidrógeno verde, Colombia ya tiene un avance e inversiones importantes en esta materia.

“Lo que no se alcanza a ver de manera explícita, y esperamos estar equivocados, es una política o interés en el crecimiento de la industria de biocombustibles”, agrega.

La discusión sobre los sistemas de riego y la deforestación

Un tema que es de importancia está relacionado con los sistemas de riego, una propuesta que se discute desde hace años en regiones como el Huila, Tolima y La Guajira, para hacer más rentable el agro y que ayudaría a los cultivos de ciclo corto.

La deforestación y las prácticas sostenibles en los sistemas agropecuarios son clave para competir en mercados como el de la Unión Europea, comunidad política que anunció que firmaron un acuerdo provisional sobre el texto del Reglamento que establece la prohibición del comercio, de ciertos productos cuando tengan relación con la deforestación. Esto afectaría a cultivos como café, aceite de palma, cacao, madera, carne bovina, caucho y soya, y algunos de sus derivados.

“Además de la relevancia per se de proteger los bosques en nuestro país, es muy acertado pensar en una política nacional en este frente que lleve a que Colombia pueda posicionarse como un proveedor agrícola libre de deforestación en los mercados desarrollados. Si vamos a hablar de transformación productiva, esto va ser clave para vender los productos donde mejor los pagan”, añadió.