Agricultura

Apagando incendios

25 de enero de 2016

No sé si les había contado que pertenecí al Cuerpo de Bomberos Voluntarios en Riosucio Caldas mi pueblo natal, lo que fue una experiencia única y realmente enriquecedora, pues los bomberos son personas muy significativas que entregan todo para ayudar al prójimo. 

Atienden emergencias, partos, accidentes y dentro de tantas labores apagan incendios, ya sean urbanos o rurales, los cuales tienen consecuencias muy graves. 

Un incendio forestal puede arrasar todo lo que encuentre a su paso, fauna y flora de todas las especies, casas y hasta seres humanos, haciendo que el entorno tarde mucho en recuperarse. 

Tengo reportes de incendios en algunos cafetales con las serias consecuencias que esto implica, no solo para la biodiversidad sino también para nuestra economía. 

Ahí es donde muchas veces me preguntan, ¿Profe y entonces qué hacemos?, inmediatamente recuerdo un dicho que me enseñó mi abuelita cuando era niño: “mijíto, después de ojo sacado no hay Santa Lucía que valga”; lo anterior es más de prevención que de solución.

Les cuento que apagar un incendio forestal es de las cosas más difíciles que existen, pues hay que luchar con el acceso al terreno y con el viento, el cual puede complicar la extinción del fuego; además, de cargar con grandes cantidades de agua para apagarlo.. Por lo tanto, la pregunta que los invito a que nos hagamos es la siguiente, ¿si en mi finca se presentara un incendio, estoy preparado para afrontarlo?

A partir de lo anterior y en los últimos días, hay una inquietud que me ha venido dando vueltas en la cabeza y es, ¿por qué tenemos que llegar a extremos para actuar? ¡Con esto me refiero también al cuidado del agua!, ¿qué será lo que está pasando?, porque en varias partes del país escasea el agua y si no hay casi ni para tomar, pues mucho menos para apagar incendios. 

La protección de las microcuencas, la siembra de árboles, no contaminar nuestras fuentes hídricas, son acciones urgentes que tenemos que implementar.

 Yo diría que no es el hecho de buscar culpables, pero sí de encontrar soluciones rápidas, porque no se nos puede olvidar que así en Colombia tengamos gran diversidad de razas, zonas, géneros, pensamientos, cultivos, formas de vivir etc. todos por más dinero o posición social que tengamos, necesitamos el agua y la responsabilidad de cuidarla.

¿Será que vamos a seguir esperando a que nos pasen cosas como la que estamos viviendo en este momento para actuar?, ¿será que vamos a seguir apagando incendios?, ¿qué está haciendo usted para el ahorro y protección del agua?, ¿cuántos árboles ha sembrado usted en su vida o cuántos ha cortado o utilizado?...

No sé si el punto sea más de tomar conciencia, de emprender acciones o de ambas, pero de lo que si estoy seguro es que de esta manera no podemos continuar.

 Ríos secos y contaminados, microcuencas deforestadas, derroche y un solo planeta. 

No quiero imaginarme un futuro en el cual abramos la llave del agua y esta no salga, pero todavía estamos a tiempo de dejar un mejor hogar para nuestro presente y futuro, y nuestras próximas generaciones. 

Recuerde que el agua es vida, el agua nos une.

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