La caída en el precio interno de la carga de café

Los buenos tiempos se están escapando nuevamente de las manos de los cafeteros colombianos. Los cultivadores tuvieron que pasar una mala temporada con el Fenómeno de El Niño, lo que no solo les dejó pérdidas en la producción sino en el precio del grano. 

En días pasados, por ejemplo, La República informaba cómo el precio de la carga cayó en abril 13%, es decir, los productores dejaron de recibir $105.000. La carga de 125 kilogramos pasó de cotizarse a principios de abril en $805.000 a $700.000. El viernes pasado el precio ya había subido a $750.000, sin embargo, es un valor que no alcanza a minimizar las pérdidas ni las expectativas de los productores frente a sus costos.

 La meta para la Federación Nacional de Cafeteros (FNC) está por encima de $780.000 y en particular, el gerente general, Roberto Vélez, le está apostando a una cifra que alcance de nuevo los $80.000 por carga. 

Como es de conocimiento general, los precios dependen de factores como la tasa de cambio (que actualmente se encuentra rondando los $2.900); la evolución del precio en la Bolsa de Nueva York; los costos de trilla y transporte; y la prima por calidad que el mercado le reconoce al café nacional. 

Hay que tener en cuenta que los precios de los fertilizantes son determinantes en los costos de producción. En 2013, por ejemplo, se hablaba de que un saco costaba cerca de $50.000 y actualmente, en menos de tres años, casi duplicó su precio. 

Con una cotización tan a ras, los agricultores tienen que cotejar cuánto les cuesta producir una carga de café y si su margen de ganancia se adecua a las expectativas.

Para los expertos, el futuro de la caficultura no está en los volúmenes de carga sino en hacer de esta un producto de calidad que vaya a destinos específicos. Por eso, la única forma de dejar a un lado el precio de la carga, es el mercado de los cafés especiales.