La digitalización del hato ganadero, un lujo que se está convirtiendo en una necesidad

Tener la información del hato ganadero sistematizada y actualizada para tomar decisiones es una de las fortalezas de la ganadería moderna que se apoya en la tecnología para ser más eficiente y productiva. Desde la identificación y trazabilidad de cada ejemplar, pasando por la gestión de pastos y potreros, el manejo veterinario y hasta la misma contabilidad general del entable ganadero, la digitalización de la finca es necesaria y la herramienta perfecta para hacerlo.

Tener en soluciones digitales todo el ganado identificado en sus respectivos lotes, con sus edades, propósitos, pesos, ganancias, consumos de alimentos, productividad en leche, vacunas, etc., es la posibilidad de manejar la finca desde un computador, una tableta o un celular, lo que no solamente permite maniobrabilidad presencia y remota, sino que posibilita tomar decisiones informadas y, por tanto, poder acertar.

“La digitalización en la ganadería representa un pilar fundamental para optimizar la toma de decisiones. Desde herramientas básicas como hojas de cálculo en Excel, hasta software especializados y aplicaciones móviles diseñadas específicamente para el manejo ganadero, hoy es posible recolectar, almacenar y analizar grandes volúmenes de datos, lo que permite una gestión mucho más precisa”, explica Paul Rodríguez Sánchez, director general Della Rosa.

Como explica el experto, el verdadero valor de estos sistemas radica en el análisis de los datos en tiempo real, lo cual posibilita la toma de decisiones oportunas y basadas en evidencia. El uso de herramientas como Big Data, minería de datos y aprendizaje automático está transformando la manera en que se gestionan las actividades ganaderas.

Estas tecnologías permiten procesar grandes volúmenes de información, detectar correlaciones ocultas y generar modelos predictivos que facilitan decisiones estratégicas en áreas como selección genética y mejora de razas, planificación alimenticia y manejo de pasturas, control sanitario y prevención de enfermedades, optimización de ciclos reproductivos y trazabilidad del producto y sostenibilidad, entre otros.

La sistematización requiere altas inversiones en equipos, tecnología como los softwares necesarios, la ciberseguridad para evitar robos o fugas de información y la capacitación del personal de la finca para que atiendan a esos requerimientos de estar nutriendo las bases de datos. Es una inversión que muy rápidamente no solo se libra, sino cuya recompensa se ve en mejoras de la productividad.

También hay un beneficio bastante tangible en la sistematización de las tareas diarias o programables del personal de las fincas. Además, se puede gestionar todo lo que tiene que ver con el manejo del personal fijo u ocasional, hojas de vida, experticia, jornales trabajados, horas extras, de los días de descanso, incapacidades, etc.

“La parte contable también ha dado un giro gracias a softwares especializados en contabilidad agropecuaria. Estas herramientas permiten registrar automáticamente ingresos, egresos, costos por animal y márgenes de rentabilidad. Con dashboards intuitivos y reportes personalizados, los ganaderos pueden tener una visión clara de la rentabilidad de su negocio, proyectar presupuestos y tomar decisiones estratégicas basadas en datos reales”, explica Héctor Berrío, CEO Minotauro Agro.

Uno de los grandes desafíos de la digitalización en las fincas es la conectividad. Si bien el cubrimiento de la telefonía celular y los datos es cada vez mejor, existen zonas muy apartadas donde la alternativa son conexiones satelitales que son más costosas.

Nuevas tecnologías...

MicrochIps y GPS, el otro paso

A la digitalización de datos del hato ganadero se le pueden incorporar otras soluciones tecnológicas para sistematizar aún más los procesos de la finca. Con la utilización de microchips o etiquetas Rfid, se puede llevar un registro y seguimiento detallado de cada animal. De igual manera, incorporando a lo anterior, con sistemas de GPS se puede verificar el estado de los potreros, las zonas más comidas y los recursos de agua, entre otros datos.