Mario Giraldo o ‘Relincho’, el showman que con sus obleas endulza las ferias equinas

Se llama Mario Giraldo, pero en el sector equino colombiano todos los conocen como ‘Relincho’, el apodo que le pusieron en 1989, cuando acudió a su primera feria de caballistas en Antioquia y comenzó a simular con su voz la señal de comunicación más característica de estos animales. La historia de ‘Relincho’ comenzó antes, en 1982, y no en Colombia, sino en Caracas, Venezuela, donde vivía en aquel tiempo junto a su familia. En ese país tuvo su primer negocio con las obleas, un dulce típico colombiano, aprovechando la bonanza económica que allí había en ese tiempo, pero en 1989 regresó para trabajar en los eventos que organizaban Asocaba y Asdesilla en Antioquia.

En estos encuentros, su manera de llamar la atención, además de la calidad de sus productos, fue muy particular: relinchar como lo harían los caballos. La gente, entonces, comenzó a identificar a Mario como ‘Relincho’, y a invitarlo a cuanto evento había, ya no solo en Antioquia, sino en el resto del país. Este fue además el nombre que escogió para su negocio: Obleas Relincho, con el que levantó a su familia.

Su esposa Margarita y sus hijos John Steven, Carlos Mario y José Alejandro también han hecho parte de este proyecto que incluso es de exportación: ‘Relincho’ estuvo en marzo de este año en República Dominicana, donde participó de la feria nacional ganadera y equina de Paso Fino; hace poco viajó a Miami y pronto estará en Puerto Rico, endulzando con sus obleas cada encuentro. También ha llevado sus obleas a Panamá, Aruba y Curazao. “La persona que va a una feria equina y no conoce a ‘Relincho’, es la primera vez que va”, afirma con pleno convencimiento de que su protagonismo ahora es parte de la importante historia de estos eventos.

‘Relincho’ dice estar muy agradecido con el público que asiste a las ferias, porque fue la gente la que lo ayudó con el reconocimiento (y las compras, claro) a ganarse un espacio entre la oferta comercial. Su carisma le ha abierto puertas y lo ha hecho merecedor del cariño de los asistentes y de los aficionados a los caballos. Tanta ha sido la acogida, que en ocasiones las personas le piden fotos y hasta le solicitan que sí puede enviarles mensajes por videos a sus conocidos, por supuesto con el relincho como su marca personal. Y por el lado de las ventas de su negocio, ‘Relincho’ no se puede quejar.

Si bien, como en cualquier mercado, hay ferias muy buenas en cuanto a ingresos y otras no tanto, en general le va muy bien. Hay certámenes como las copas América, las Ferias Nacionales, la Feria de las Flores, Agroexpo y los Mundiales, en que la caja se mueve bastante y eso le da la posibilidad de sustentar los costos que le genera su participación. Además, como él lo menciona, la asistencia a eventos internacionales es reflejo del posicionamiento que ha tenido su marca.

Tantos años metido en este ambiente le han permitido aprender de los caballos y hasta ser parte de la industria. Antes de la pandemia, un amigo en Bogotá le regaló un potro de seis meses, que se llevó para Medellín. Pero previo a eso, también había tenido otro ejemplo, este hijo de ‘Dulce Sueño’, un caballo paso fino que, en palabras de ‘Relincho’, era considerado de los mejores reproductores de Colombia, pero que vendió.

Por el país con sus obleas

‘Relincho’ habla de las ferias con la propiedad que le dan los más de 35 años de experiencia asistiendo a ellas. Destaca que cada que iba a AgroExpo, en Bogotá, uno de los eventos más importantes y de mayor afluencia de público, y al cual fue durante más de 22 años, los asistentes lo buscaban y reconocían, lo cual lo anima a seguir participando y compartiendo con ellos. ‘Relincho’ anda con las maletas hechas todo el tiempo y es poco lo que permanece en su casa de Sabaneta (Antioquia). En próximas semanas asistirá a Chiquinquirá, luego seguirá para Entrerríos (Antioquia) y en noviembre lo esperan en Cali, porque sus obleas son de fama y su relincho es muy solicitado para contagiar de alegría a todos.