Agricultura

Agricultores colombianos rinden homenaje cultural a la palma de aceite con un proyecto musical

Palmicultores colombianos rescataron géneros musicales de la geografía nacional para contar sus historias alrededor de la palma de aceite y su potencial
23 de septiembre de 2025
Palma
Solidaridad Network

Por primera vez en Colombia, un grupo de agricultores decidió unir sus voces para destacar el valor cultural y económico de uno de los cultivos más relevantes del país: la palma de aceite. A través del proyecto musical 'Así suena la palma', se rinde homenaje a este cultivo emblemático del agro nacional, resaltando su impacto en el desarrollo rural.

Este proyecto fue presentado este martes en el centro de convenciones de Cartagena durante la 21ª Conferencia Internacional sobre Palma de Aceite por Solidaridad Network, organización que trabaja por la sostenibilidad del sector agropecuario colombiano. La iniciativa reunió a artistas de diferentes regiones que compartieron, a través de la música, historias de transformación y progreso impulsadas por la palma de aceite.

La importancia de este cultivo ha sido respaldada por datos recientes. De acuerdo con un estudio de BBVA Research de 2024, entre 2003 y 2023, la palma de aceite creció en Colombia a un ritmo promedio anual del 6,3%, consolidándose como un pilar para el crecimiento del agro. Además, según cifras de Fedepalma, el sector genera más de 233.000 empleos directos e indirectos: por cada 7,2 hectáreas sembradas se crea un empleo formal y 1,5 empleos indirectos.

Los artistas Alcides Pacheco (Bolívar) y Jazmín Ponce (Santander) destacaron precisamente este impacto laboral, señalando cómo el cultivo ha dinamizado las economías locales y ofrecido nuevas oportunidades a miles de familias campesinas.

Otro de los temas en 'Así suena la palma' es el papel crucial de los pequeños productores y el desafío del relevo generacional. Samuel Dájome (Nariño) y Jennifer Pedraza (Casanare), cantantes participantes, contaron cómo sus familias han sido parte de este sector durante años.

En Colombia, el 74% de los 8.064 palmicultores son pequeños productores, con menos de 20 hectáreas, distribuidos en 19 departamentos. Para María Goretti Esquivel, gerente del Programa de Palma de Solidaridad Network, esto demuestra que la palma de aceite ofrece una fuente estable de ingresos para las familias rurales. “El reto está en motivar a los jóvenes a ver la agricultura empresarial como un proyecto de vida viable”, afirmó.

Las historias personales también reflejan procesos de cambio profundo. Jesús Mendoza (Norte de Santander) transformó su finca en el Catatumbo, una región históricamente afectada por cultivos ilícitos, gracias a la palma de aceite. Por su parte, Milton Piñero (Meta) encontró en una planta extractora en Cumaral una oportunidad de desarrollo profesional, destacando el potencial de este cultivo en la zona oriental, actualmente la de mayor producción en el país.

Es el oro verde de nuestra tierra, símbolo de respeto por el medio ambiente”, comentó Piñero. Su visión coincide con la de Esquivel, quien afirmó que este proyecto no solo busca resaltar la identidad cultural del sector, sino también visibilizar los esfuerzos de los productores, gremios y empresas en la construcción de una agricultura sostenible, inclusiva y con enfoque de género.

La sostenibilidad como eje central
Los testimonios y datos reflejan un compromiso firme con la sostenibilidad. El Índice de Sostenibilidad (IDS), desarrollado por Cenipalma con el apoyo de Solidaridad Network, ha permitido medir el desempeño del sector entre 2020 y 2024. Más del 62% de los productores han sido evaluados, con un cumplimiento promedio del 50% en los aspectos social, ambiental y económico.

En cuanto a la protección ambiental, Esquivel enfatizó que el cultivo de palma no es una causa de deforestación. Un estudio conjunto de Fedepalma y Satelligence, validado por el Ideam, analizó 18,5 millones de hectáreas entre 2011 y 2023, incluyendo 615 mil hectáreas de palma, sin evidenciar una relación directa con la pérdida de bosques.

“Si bien aún hay retos por delante, la palma de aceite colombiana ya muestra un enfoque sostenible que la distingue”, explicó Esquivel. Este compromiso se ve reforzado por el creciente número de actores que buscan certificaciones de sostenibilidad, lo que ha permitido aumentar la presencia del aceite de palma nacional en mercados internacionales.

Colombia es actualmente el segundo mayor productor de palma certificada en América Latina. Para 2024, más del 30% del aceite de palma producido en el país contaba con certificaciones voluntarias como RSPO y APSColombia.

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