Así ha ido evolucionando el consumo lácteo en Colombia; su consumo viene cayendo

En Colombia, el consumo de leche líquida ha venido disminuyendo de forma sostenida durante los últimos años, marcando un cambio significativo en los hábitos alimenticios de los hogares. Sin embargo, esta transformación no quiere decir un abandono de los productos lácteos, sino una evolución hacia formatos más funcionales y versátiles como yogures, quesos, mantequillas y bebidas fermentadas.

Así lo reveló el estudio nacional sobre el consumo de lácteos realizado por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural en alianza con Asoleche y la firma Compas Raddar.

De acuerdo con datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), el consumo per cápita de leche líquida en el país pasó de 142 litros anuales en 2016 a cerca de 132 litros en 2023. Esta caída, confirmada por el estudio de Asoleche, está relacionada con factores como el cambio en los estilos de vida, la percepción del consumidor y el auge de otros productos lácteos que se adaptan mejor a las necesidades actuales.

“El consumidor no ha dejado de consumir lácteos, pero sí está cambiando la forma en que los incluye en su dieta”, explican desde el Ministerio de Agricultura. De allí surge una gran oportunidad: diversificar la oferta con productos como quesos artesanales, yogures funcionales, bebidas fortificadas y nuevas presentaciones que conecten mejor con las dinámicas del consumidor moderno.

¿Qué hacer ante esta situación?

Para enfrentar estos cambios, el Gobierno avanza en una política pública de largo plazo bajo el Plan de Ordenamiento Productivo, que busca articular a todos los actores de la cadena: productores, transformadores, distribuidores, consumidores e incluso el mercado internacional. Esta estrategia incluye la participación activa de los Ministerios de Salud y de Comercio, así como del sector privado.

El estudio también identificó perfiles de consumidores que, aunque han reducido su consumo de leche líquida, se sienten cómodos incorporando otros derivados en su dieta. Esto representa una oportunidad clara para la industria si se desarrollan campañas educativas y estrategias comerciales basadas en evidencia.

Una de las marcas que ha sabido adaptarse a esta nueva realidad es Lácteos El Pomar, con más de 70 años de trayectoria en el mercado colombiano. La empresa reconoce la transformación del consumo lácteo como una oportunidad para innovar, sin perder de vista la esencia de la leche como alimento fundamental.

“La leche ha acompañado a los colombianos durante generaciones. Creemos que es momento de redescubrirla, adaptarla y potenciar sus beneficios en formatos que respondan a las necesidades actuales”, comente Nelson Molano, gerente general de El Pomar.

En ese sentido, la marca lanzará su nueva bebida fermentada Kéfir El Pomar, una propuesta que contribuyen al equilibrio del microbiota intestinal, fortalecen el sistema inmune y mejoran la digestión. “El kéfir representa la evolución natural del consumo lácteo”, añade Molano.

Si bien la leche líquida sigue siendo un alimento completo y confiable rico en calcio, proteínas, fósforo y vitaminas esenciales, la industria debe responder con agilidad y creatividad a los cambios del mercado. La clave, según el Plan de Ordenamiento Productivo, está en generar confianza, educar al consumidor y ofrecer opciones que mantengan el valor nutricional de la leche, pero en formatos más accesibles y atractivos.