Camionetas diésel o gasolina, ¿cuál es la mejor opción cuando se habla del campo?

En las zonas del campo colombiano, donde las carreteras no siempre están pavimentadas, aunque el trabajo allí requiera de fuerza y resistencia, la elección entre una camioneta diésel o una de gasolina se convierte en algo crucial, todo gracias a que esta situación puede repercutir directamente en el desempeño, producción y la durabilidad del vehículo, y más en un entorno agrícola.

En primer lugar, uno de los mayores factores que influyen en la elección es la mecánica del motor. Julio Alejandro Franco, director de la especialización en Gestión de Agronegocios de Uniagraria, expone que “las camionetas diésel suelen ser las preferidas, sobre todo porque están diseñadas para trabajos más pesados”. Todo esto gracias a que el motor diésel trabaja por compresión, lo cual facilita la entrega de un torque más elevado y en bajas resoluciones, haciéndolo ideal para mover cargas pesadas y atravesar terrenos que sean complicados.

En comparación, los motores a gasolina operan con bujías, lo que da la posibilidad de mayores revoluciones por minuto. “Esto puede dar más velocidad, pero no necesariamente fuerza para remolcar o subir por caminos empinados”, afirma Franco.

Alineado con lo anterior, Marco Tulio Vanegas Céspedes, zootecnista y experto agrícola de 40 años de experiencia, añade diciendo que “Para el trabajo de campo siempre serán mejores las camionetas diésel”.

De igual manera, las condiciones montañosas, fangosas o que tengan altas cargas de trabajo exigen vehículos que cuenten con un empuje constante y resistente. “El motor diésel es el que mejor responde. Pensemos en una finca en Cundinamarca, Eje Cafetero o en Nariño, donde hay muchas pendientes y el clima puede volver los caminos bastante encharcados. En esos casos, uno necesita fuerza más que velocidad, y el diésel se destaca por el torque que entrega a bajas revoluciones”, comenta Franco, lo que puede ayudar a evitar que los vehículos se atasquen o patinen si llegase a ser el caso.

Teniendo en cuenta lo anterior, “el rendimiento del motor diésel no llega a tener comparación alguna, ya que es mucho más eficiente bajo presión y más confiable cuando se trata de enfrentar condiciones extremas con el terreno”.

Asimismo, a la hora de evaluar el costo a largo plazo, las diferencias también son bastante evidentes. Pues si bien el mantenimiento de un motor diésel puede llegar a ser más costoso, especialmente cuando se habla de los precios relacionados con los repuestos como los inyectores y turbos, la durabilidad de los mismos compensa la inversión realizada en un inicio.

“Si uno le hace el mantenimiento a tiempo, un diésel puede durar muchísimo. He visto camionetas que llegan tranquilamente a los 400 mil kilómetros sin mayores problemas”, asegura Franco.

En contraste, con los motores a gasolina, que aunque pueden llegar a ser más baratos de mantener en el corto plazo, suelen desgastarse más rápido bajo condiciones que les exijan de más. “La diferencia siempre será el consumo y el costo de los filtros también lo hace beneficioso para el usuario”, añade Marco Tulio, quien destaca la eficiencia general del diésel pese a sus ‘desventajas’.

Adicionalmente, cuando se habla de consumo frente al combustible, el diésel también sale ganando. “Consume menos combustible, sobre todo cuando uno anda con carga o en subidas. Eso se debe a que el diésel tiene más densidad energética y los motores están hechos para trabajar con más eficiencia térmica”, explicó Franco. Lo que quiere decir que, en la práctica, es posible recorrer más kilómetros por tanque, cobrando mayor relevancia, más que todo si se habla de zonas rurales, donde las estaciones de servicio pueden llegar a estar a decenas de kilómetros de distancia.

Además, aunque el precio del Acpm viene subiendo en los últimos años, para nadie es un secreto que históricamente demostró una mayor estabilidad frente a la gasolina, siendo esta una razón más que influye en la decisión de compra de acuerdo con los expertos.

En cuanto a los vehículos eléctricos y su fuerte irrupción en el mercado, donde se ve que el panorama empieza a cambiar, estos aún enfrentan retos serios en cuanto a su inclusión el campo colombiano, principalmente por la falta de infraestructura de carga. Franco afirma tajantemente que “para mí otra opción es el híbrido no enchufable, que puede ser una alternativa en un futuro próximo”.

Con base en la opinión de ellos, y teniendo en cuenta que la tecnología evoluciona, y los modelos híbridos y eléctricos empiezan a ganar cada vez más espacio, en el presente el motor diésel sigue siendo la mejor opción para el campo colombiano, gracias a su eficiencia y confiabilidad.

Más sobre las camionetas de gasolina y para qué sirven

Las camionetas a gasolina trabajan con bujías y tienen más revoluciones por minuto, lo que se traduce en mayor velocidad, aunque los expertos afirman que no se necesita de esta para poder remolcar o subir por caminos empinados. Por esta razón, los vehículos con gasolina son perfectos para la ciudad, trayectos suaves y para actividades poco exigentes, donde se les puede sacar mayor provecho a sus beneficios.