Agricultura

Las lluvias están mejorando poco a poco la producción bananera en este primer trimestre

La industria bananera colombiana mantiene con optimismo su proyección, que espera que al cierre de este año el incremento de la producción con respecto al 2024 sea de un 5%
Sebastián Aguirre Eastman
Sebastián Aguirre Eastman
14 de mayo de 2025
Banano verde. Foto: Greenland
Banano verde. Foto: Greenland

La industria bananera colombiana mantiene con optimismo su proyección de que al cierre de este año el incremento de la producción con respecto al 2024 sea de un 5%, y durante el primer trimestre el factor climático le jugó a favor. De acuerdo con voceros del sector consultados por Agronegocios, se esperaba que en este periodo predominara el tiempo seco, pero, al contrario, hubo lluvias atípicas en especial en la región de Urabá, que estaban proyectadas para arribar en abril.

Emerson Aguirre, presidente de Augura, afirmó que las condiciones climáticas se sumaron a otras decisiones estratégicas que tomó la industria para mejorar la producción, como mejores estudios de suelos en unidades productivas que ayudaron a reforzar la fertilización de los cultivos. Así mismo, hubo un control más eficiente en el manejo de enfermedades como el sigatoka, lo cual ha contrarrestado sus efectos negativos. Gracias a esto se logró superar el umbral de las 2.000 cajas por hectárea de cultivo, que es una cifra clave.

Equipo de Investigaciones Económicas del Grupo Puerto de Cartagena

Una opinión similar compartió Douglas Abaunza, gerente de Producción Agrícola de GreenLand, quien señaló que, además de la favorabilidad climática, la industria ha hecho unos esfuerzos adicionales en los programas agronómicos, lo cual ha dado como resultado un incremento en la productividad de las fincas. “Esto ha tenido un impacto positivo en la economía local, con mayor actividad en la cadena de valor, generación de empleo y un aumento en los ingresos de nuestros colaboradores, que al final se ve reflejado en el progreso de la región”.

Pese a lo anterior, Abaunza aclaró que esto ha representado mayores costos operativos, derivados de la atención a enfermedades del cultivo y el uso de bioinsumos dentro de un enfoque de agricultura regenerativa, que fortalece la apuesta que ha hecho el sector por el desarrollo de una producción armónica con la naturaleza.

Nuestro objetivo es mantener una producción sostenible y de calidad para responder con solidez a las exigencias del mercado internacional en el segundo semestre del año”, indicó el gerente de GreenLand.

¿Cómo los ha afectado la guerra arancelaria?

En palabras de Emerson Aguirre, de Augura, la industria ha seguido con mucha atención y preocupación la situación arancelaria con Estados Unidos, como quiera que este país representa el 23,8% de las exportaciones colombianas de banano: son más de 15 millones de cajas y 300.000 toneladas de banano que cada año se envían a ese mercado y que no tan fáciles de ubicar en otro lugar.

Somos una actividad 100% formal y 100% certificada con sellos internacionales de acuerdo a los destinos a los cuales exportamos, pero cada uno con sus particularidades. Por tanto, movernos de Estados Unidos a Europa no es tan fácil porque toda adaptarnos a diferentes circunstancias”, expresa Aguirre, quien añade que de las 52.000 hectáreas en donde se cultiva banano en Colombia, más de 7.800 se dedican a atender el mercado americano, de lo cual dependen unos 7.800 empleos directos.

Al respecto de este tema, Douglas Abaunza, de GreenLand, dice que lo deseable sería operar en un entorno de comercio internacional basado en condiciones equitativas, con reglas claras y de aplicación igualitaria para todos los países. Si esto ocurriera, no habría riesgo directo para la operación de la industria bananera colombiana, y en efecto así ha sucedido, con la imposición de un arancel del 10% para los principales productores y competidores de nuestro mercado, pero el panorama cambia desde la mirada del consumidor.

LOS CONTRASTES

  • Emerson AguirrePresidente de Augura

    “En el año 2024 alcanzamos un promedio de 2.050 cajas por hectárea y durante lo corrido del 2025 venimos bien, con la misma tendencia”.

  • Douglas AbaunzaGerente Producción Agrícola GreenLand

    “Nuestro objetivo es mantener una producción sostenible y de calidad para responder a las exigencias en el segundo semestre del año”.

Falta mano de obra

Una de las preocupaciones que tiene el sector es la falta de disponibilidad de mano de obra que permita cumplir con las expectativas de producción. Según Douglas Abaunza, de GreenLand, “enfrentamos un déficit creciente por falta de relevo generacional, a pesar de ofrecer ingresos por encima del promedio (1,8 veces más del salario mínimo mensual). Esto impacta la ejecución oportuna de las labores agrícolas y el cumplimiento con los volúmenes comprometidos. Esto es clave si se pretende mantener la calidad del producto”.

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