Agricultura

Los sombreros aguadeños que brillan en Agroexpo, una empresa llena de tradición

Una de las empresas presentes en la feria más importante del agro en la región es Sombreros Don Samuel, que están desde 1958; todo un referente en el negocio
15 de julio de 2025
Samuel Hurtado Mejía, uno de los dueños de Sombreros Don Samuel

Recorrer los pasillos de Agroexpo, que se realiza por estos días en Corferias, es una combinación de una especie de dos campos. Por un lado están los avances más importantes del agro, como los sorprendentes drones de última generación, pero también un grupo, no pocos, de empresarios y emprendedores que siguen adelante con sus empresas y se aferran con toda para mantener nuestra tradición.

Una de esas tradiciones que se resiste a morir es la del sombrero aguadeño. Este, originario del municipio de Aguadas, en el departamento de Caldas, es una prenda artesanal que combina tradición, identidad y valor económico. Elaborado principalmente con fibras de palma de iraca, este sombrero es tejido a mano por artesanos locales, en un proceso que puede tardar varios días, dependiendo de la fineza del trabajo.

Más allá de su valor cultural, el sombrero aguadeño representa una oportunidad económica para las comunidades rurales de la región. La creciente demanda de productos artesanales sostenibles y hechos a mano, tanto en mercados nacionales como internacionales, ha impulsado la visibilidad de este accesorio, que ya cuenta con reconocimiento como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación.

Una de las empresas presentes en la feria más importante del agro en la región es Sombreros Don Samuel, que están desde 1958. "La empresa está desde 1958, cuando mis padres crean una de las primeras sombrerías en Aguadas, y luego nos vamos a Manizales, donde continuamos con la evolución del sombrero aguadeño. Yo ya soy la tercera generación de cuatro generaciones que hemos trabajado con los sombreros. Creo que es que llevamos la sangre de la sombrería, el arte nuestro de la sombrería. Y gracias a nuestros padres que nos involucraron en este arte, todos mis hermanos tenemos el arte de la sombrería. En el caso mío, nos vamos en 1984 a Manizales, me llevo el taller de mis padres, y allá continúo con la evolución del sombrero. Y dentro de esta evolución viajamos con mi papá por todo Colombia, impulsando el sombrero aguadeño".

"Y luego yo asistía a muchas ferias nacionales e internacionales, donde también impulsamos nuestro sombrero aguadeño, dando a conocer las relaciones que tenemos con nuestras tejedoras. Tenemos ahora un grupo de 68 mujeres en Aguadas y 20 en Manizales. Todas son mujeres casas de familia, mujeres que son tejedoras. Son sombreros que son totalmente tejidos a mano, son mujeres artesanas 100%. Es tejido a mano, no hay una máquina que lo haga", cuenta Samuel Hurtado Mejía, uno de los dueños de la empresa.

Es importante tener en cuenta que dentro de la cadena productiva del sombrero están los sembradores de la iraca; los ripiadores, que son los que trabajan la materia prima; y luego las tejedoras, que son las artesanas tejedoras que son la base fundamental. Y las empresas como Sombreros Don Samuel, los artesanos terminadores del sombrero y comercializadores.

"En nuestra empresa tenemos también puntos de venta en Santa Fe de Antioquia, en Jardín, en Aguadas, donde tenemos el museo del sombrero aguadeño, tenemos una tienda muy bonita, tenemos café de origen, y tenemos un taller dentro del mismo sitio que es un complejo turístico en Aguadas. La empresa cuenta, además, con tienda artesanal en Salamina; en Manizales, donde está la productora grande, en Manizales tenemos tienda-taller. Aparte de las tiendas en Santa Rosa de Cabal, en Bogotá (en Usaquén) y la tienda virtual", cuenta don Samuel.

En total, la empresa tiene 120 empleados y sus ventas pueden oscilar, mensualmente, entre 800 y 1.100 sombreros, que pueden estar entre $190.000 y $560.000. En cuanto a exportación, reconoce que por ahora que no, porque la producción que piden es muy alta para que la puedan atender. Sin embargo, reconoce que tienen pensado abrir mercado en los Estados Unidos, pero este proyecto no va tan rápido como quisiera.

En relación con la evolución del sombrero aguadeño y cómo lo aprecian, don Samuel dice que: "Los sombreros aguadeños estamos a ese nivel de poder competir con el mundo, con todos los moldes que hayan y todos los destinos que hayan". Para él, también es un orgullo seguir la tradición de su familia.

"Yo siento orgullo. Lo mío es orgullo y pasión. Porque a mí me encanta hacer los sombreros y sobre todo que el compromiso mío con los sombreros aguadeños es la calidad y seguir haciéndolos bien. Mis papás, Samuel y Amanda, fueron los creadores del negocio. Mi padre era planchador de sombreros de la época y mi mamá estaba estudiando en la normal para ser profesora, se casan y ambos, siendo muy emprendedores, montaron la primera sombrería en Aguadas, que todavía existe, que la tiene mi hermano en Aguadas, que es la sombrería más antigua y desde ahí comenzaron a promocionar el sombrero aguadeño".

Y las generaciones siguen para garantizar que el negocio continúe. "Ahora viene mi hijo, que es el que está encargado de la comercialización, continuó con todo esto. Es una persona que es un administrador de empresas, está evolucionando mucho con el e-commerce, tiene mucho marketing digital, está estudiando todo esto y gracias a él la empresa sigue para adelante y vendemos sombreros a cualquier parte del mundo". Para cerrar, dice que aunque la empresa está consolidada, no pueden perder de vista seguir abriendo mercado en otras ciudades.

En redes los puede seguir en sombrerosdonsamuel

Beneficios LR Más

CONOZCA LOS BENEFICIOS EXCLUSIVOS PARA NUESTROS SUSCRIPTORES
SUSCRIBIRSE

MÁS CONTENIDO DE AGRICULTURA