“Somos un país con mucho potencial agrícola, pero con bastante complejidad social”

La frontera agrícola, también conocida como potencial para cultivar, se extiende en Colombia por más de 39,2 millones de hectáreas, eso es más de 34% de la tierra total. Pero de esas casi 40 millones de hectáreas solo se aprovecha 18% del terreno, pues en un uso permanente hay tan solo 7 millones de hectáreas.

Por esto, el sector privado ha pedido mejorar condiciones para el aprovechamiento de tierra, al igual que mayores inversiones en desarrollo rural. Así lo recordó en Inside LR, Miguel Aguirre, gerente de Avgust Colombia, multinacional de origen ruso, que se ha especializado en productos de alta tecnología para la protección de cultivos.

¿Cómo ven a Colombia frente a otros países en temas como el uso de tierra para el agro?
En Rusia, por ejemplo, hay mucha infraestructura vial, almacenamiento, pistas de fumigación, mientras que aquí tenemos un gran potencial agrícola, pero sabemos que hay problemas de vías terciarias, por ejemplo. Hay muchas empresas extranjeras que buscan terrenos potenciales de producción, pero no se termina de tomar la decisión, y esto es por los temas de seguridad que siguen siendo limitante. Podríamos ir más rápido, seguimos pero hay complejidades.

¿Cómo cuáles?
Tenemos una complejidad social como el conflicto que son barreras en el agro. Hay mucha legislación por ajustar, hay que hacer un esfuerzo grande de todos los sectores, público y privado. Seguimos siendo un país con mucho potencial agrícola, pero con bastante complejidad social.

Ustedes se dedican a los productos de cuidado del campo. Más de 70% de los insumos del agro se importan, ¿es difícil producirlo en Colombia?
No es difícil, cuando para una compañía esta tiene plantas y capacidad instalada en su país de origen, no es necesario implementar procesos de producción localmente. Si hoy decidimos iniciar una planta es un trámite largo, una inversión importante, las exigencias ambientales y de tecnología a tener. Y la mayoría son firmas internacionales.

¿Qué afectó al consumo de agroinsumos y cómo se compensó en medio de la pandemia?
Uno de los efectos e impactos para el negocio fue la devaluación, iniciamos don un dólar de más de $3.300 hoy nuestros proveedores debemos pagarle con dólar de más de $3.800 y eso se refleja en precios del mercado. Otro impacto es el suministro por fuentes de materias primas para formulaciones, para muchas que vienen de Asia hubo restricciones para producción, los confinamientos y cierres ocasionaron la falta de suministro de productos. Pero el sector de alimentos no detuvo la actividad económica, siguió y los resultados de empresas de agroquímicos están siendo positivos.

Suponemos que se vio en sus productos que son importados
Solo estamos formulando un producto localmente, el resto de nuestra operación, prácticamente 90% de lo que importamos, es facturado por Avgust Rusia. Aprovechamos la capacidad instalada que tiene en Rusia, donde es la compañía de mayor participación, y no solo allí, sino en muchos países de la antigua Unión Soviética.

¿Qué tanto ha avanzado la agricultura colombiana en producción de alimentos orgánicos durante este año?
El estar involucrados en temas de salud y confinados nos hizo tener más conciencia de la importancia de los productos orgánicos que son producidos de forma limpia. Los consumos van creciendo, hay más preocupación en la sociedad en general por comer más sano. Sube la producción más ecológica, más limpia, pero en muchos casos no es tan fácil tener productos 100% orgánicos porque se necesitan ayudas con química tradicional.

Además de insumos del agro, empezaron un plan de siembras a nivel local ¿qué avances hay?
Tenemos intenciones de tener un agroproyecto en Colombia, empezaríamos con arroz. Es una línea importante de negocio a futuro. Tenemos áreas comerciales, nos hemos centrado en arroz de riego, áreas niveladas, que nos ayuden en potencial de rendimiento y costos. El techo de productividad podría ser mayor.