Agricultores de Cota S.O.S

Cada año que pasa el área de tierra para la agricultura en el municipio de Cota disminuye a pasos acelerados, como consecuencia de la expansión de constructoras que adquieren fincas para edificar casas y apartamentos acortando la frontera agrícola de un municipio tradicionalmente productor de hortalizas de hoja.

Roberto García Tauta, cumple años el día de la virgen de Guadalupe (12 de diciembre) y tiene 59 años de edad y de familia netamente campesina, con orgullo dijo que “somos 14 hermanos, todos productores y cotense de pura cepa”. Recuerda con nostalgia las fincas inmensas, con grandes extensiones de surcos de hortalizas (acelga, apio, coliflor, lechuga, cilantro, etc.), que lo colocaban como uno de los municipios más importantes del país en producción agrícola.

Afortunadamente y gracias a Dios y al trabajo como productor, logró sacar a sus tres hijos adelante, que son profesionales. Ellos no siguieron mis pasos, porque dicen que la agricultura está como los unicornios y como lo dice la canción "en vía de extinción".

Cuenta con voz entre cortada, que la difícil situación de los productores por falta de rentabilidad en cultivo, precios de los insumos, falta de mano de obra, la inclemencia del clima y algunas deudas con los bancos, han llevado a mucho agricultor a vender sus tierras. Situación que ha aprovechado los constructores para edificar ciudadelas de viviendas. En pocos años, el municipio se va a conectar con Bogotá, como sucedió con Fontibón, Soacha y Usme.

Los municipios de la sabana cercanos a Bogotá, se han convertido en hoteles de los que trabajan en la capital. Compran su casa o apartamento, se ven salir a las 6 de la mañana a trabajar a la ciudad y regresan a las 7 de la noche. Está de moda que las familias de capital quieren vivir en un pueblo, lo que ha desbordado el sector de la construcción.

"No es un secreto, todos sabemos que la tierra para sembrar está desapareciendo, ahora son moles de cemento, Al paso que vamos, en 10 años la agricultura va a desaparecer. Tengo una finca arrendada, cultivo hortalizas para llevar a Corabastos, ya me dijeron que tengo que entregar, porque la vendieron para construir un conjunto residencial", dijo.

Cada día, al municipio llegan más familias, inician más construcciones, aumentando la población y trayendo consigo problemas de seguridad, movilidad, todos los días ir a Bogotá es una misión casi imposible, porque la autopista colapsa a toda hora, sobre todo en invierno. La mayoría de familias oriundas del pueblo se han ido, buscando tranquilidad.

Cota, municipio conocido por su cultura y gastronomía como sus picadas, asados de carne, la tradicional fritanga, pero especialmente las rosquillas llamada “Los cotudos”, aclama que el desarrollo urbanístico debe frenarse, porque se está acabando la tierra para que nuestros hijos, nietos y familia desarrollen proyectos agrícolas, que por muchos años le han garantizado la seguridad alimentaria a la capital del país.