Agro

El ganado bon, romosinuano y el hartón del valle, entre las razas criollas más comunes

Estas genéticas tienen una gran adaptabilidad y se enferman menos, ya que está más cómodas en los sistemas de producción
Por:
Juan Diego Murcia
07 de marzo de 2023
Ganado Bon - Fedegan
Ganado Bon - Fedegan

Muchas son las bondades y ventajas que trae para la producción ganadera local las razas criollas. No solo porque tienen una mayor adaptabilidad y una rusticidad que les hace capaz de producir con pasturas de menor calidad, sino porque toleran mucho más fácil temas de estrés por calor o por parásitos, entre otros aspectos.

Estas características particulares se han desarrollado de acuerdo a los sistemas de producción y las condiciones medioambientales. “En Colombia tenemos las que llegaron en la época de la conquista al continente americano y se distribuyeron por el Cono Norte, Central y por el Sur”, explicó Edison Julián Ramírez, investigador PhD. de Agrosavia en el Centro de Investigación El Nus.

Luego de la crisis que se vivió en la primera parte del Siglo XX, cuando casi desaparecen las razas criollas por la entrada de linaje foráneo, el Gobierno se acogió a las políticas de la FAO para conservar el recurso genético animal. “Empezaron a cruzarse de manera indiscriminada y generaron apareamientos absorbentes que llevaron a todas las razas criollas a un proceso al borde de la extinción”, agregó.

Aunque actualmente todavía hay algunas razas con un número de animales bajo, los programas de conservación permitieron mantener el número de ejemplares y realizar programas de fomento y multiplicación para demostrar sus bondades.

“Tenemos las razas que hoy consideramos como criollas que son blanco orejinegro (bon), el romosinuano, el costeño con cuernos, el hartón del valle, el casanareño, el caqueteño y el ganado Velásquez y el Lucerna”, explicó.

Entre las ventajas que presentan las razas criollas está que no son dependientes de granos, de fertilizaciones de pasturas y son más rústicas debido al proceso de adaptación que tiene. “No quiere decir que podamos ponerlas en condiciones paupérrimas o malas porque no van a sobrevivir”, agregó.

¿Cuáles son las razas más predilectas?

En la radiografía nacional está principalmente la raza BON, que para el experto es la más fuerte con un número de animales bastante importante, ya que está diseminada por casi todo el territorio nacional, en diferentes latitudes y altitudes, “podemos verlos desde la Región Caribe hasta el Cauca, entonces eso muestra ese nivel de adaptación”.

También está la raza romosinuano, otra que tiene un desarrollo y un número de animales bastante importante. “Se encuentra en mayor proporción en zonas cálidas y tiene una vocación de producción cárnica”, puntualizó.

“Está la sanmartinero, que está concentrada en los Llanos Orientales y en la actualidad se ha empezado a diseminar en otras regiones con un número de ejemplares importante. Tenemos al hartón del valle, que ha venido tomando mucha fuerza por los esfuerzos gubernamentales y otra que está creciendo es la raza costeño con cuernos”, dijo.

Según el experto, hay algunas que tienen un número más limitado. “Hoy tenemos una que está en mucho riesgo y es la ‘chino santandereano’, de acuerdo a la información inicial no tenía más de 800 ejemplares vivos, se estaba perdiendo el material genético y generamos un programa de conservación y hoy tenemos un núcleo que está en proceso de crecimiento. En unos años podremos hacer un plan de fomento en el que podremos repoblar y entregar a los ganaderos”, puntualizó.

Ventajas de las razas criollas

Cuando se usa un animal con gran adaptabilidad se enferma menos, ya que está más cómoda en los sistemas de producción y va a demandar menos insumos. “Las razas criollas son de origen taurino y tienen unas bondades importantes, empezando por la calidad del producto que es muy superior a las foráneas, y adicionalmente son muy dóciles y no hay que pensar en reorganizar esas condiciones medioambientales”, agregó.

Según Ramírez, la otra ventaja grande que tienen las razas criollas es su habilidad combinatoria con cebuinas. “Eso se traduce mayor rentabilidad por el uso eficiente de recursos, hay menos requerimientos de insumos”, afirmó.

“Las razas criollas tienen una actitud reproductiva excelente en las hembras, intervalos entre partos cortos. También presentan un crecimiento alto en los machos y una edad temprana en el ciclo reproductivo. Si podemos acortar el ciclo, el flujo de caja es mucho mayor y hace que las criollas tengan una ventaja muy alta para hacer eficiente el sistema de producción”, concluyó.

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