Estos son algunos aspectos clave para hacer una suplementación óptima en caballos

La alimentación y nutrición equina es fundamental para un desarrollo óptimo y un desempeño ejemplar en actividades, deportes, competencias o prácticas a las cuales será destinado el animal.

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El caballo es un herbívoro no rumiante, lo que significa que su sistema digestivo está compuesto por un estómago de tres cámaras. Su dieta se compone de una base nutricional que es el forraje, es decir, fibra. Sin importar si es pasto o heno, se tiene que procurar que sea de una alta calidad, e implementar suplementos y sales mineralizadas para asegurar una nutrición 100% cubierta.

En el caso de los suplementos se debe realizar un análisis bromatológico para saber cuál es la cantidad de proteína, fibra, carbohidratos y grasas que puede contener la fuente forrajera y, a partir de ahí, ya se puede establecer una estrategia para seleccionar cómo suplementar al animal.

Este proceso se debe realizar tomando una muestra forrajera, y en un laboratorio se lleva a cabo el análisis con el fin de averiguar la calidad nutricional de la fuente fibrosa con la que se cuenta.

La suplementación es indispensable aplicarla cuando se tiene caballos estabulados y de alto rendimiento que se les exige una competitividad alta, pues estos entrenan mínimo tres veces a la semana, a una intensidad bastante alta.

“La suplementación básicamente es el alimento balanceado, muchas personas dejan esa alimentación básica en manos de suplementos, pero la dieta debe estar basada en fibras. Los suplementos deben ser productos que ya están en el mercado a base de una mezcla de materias primas como maíz, sorgo, soya, harinas de maíz y arroz, palmiste, germen de trigo, entre otros. Esto va a ir complementado de núcleos de minerales, vitaminas y aminoácidos esenciales”, explicó Estefanía Salazar Hernández, médica veterinaria zootecnista.

En el caso de caballos de alta competencia, en el mercado se encuentran productos para cada etapa de entrenamiento, generalmente entrenan mínimo de tres a cuatro días a la semana, en periodos de 40 minutos a una hora.

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“Los alimentos que están establecidos para altos niveles de competencias contienen como mínimo 15% de proteína, 7% de grasa y entre 10% y 12% de fibra y adicional a esto vienen acompañados de productos como son los simbióticos, prebióticos que van a ayudar a mantener la salud de la flora bacteriana de todo el tracto digestivo del caballo”, agregó la experta.

También explicó que vienen suplementados con vitaminas del complejo B, biotina, zinc, selenio, entre otros, que nos van a ayudar a fortalecer toda la parte de cascos y aplomos del equino, viene a su vez complementado con omegas muy importantes para toda la parte cognitiva y el desarrollo del sistema nervioso del animal.

La alimentación balanceada parte de la fibra, que debe ser 70% de la nutrición del caballo y el suplemento con alimento balanceado debe ocupar un 30% restante, dividido mínimo en tres raciones al día que nunca pueden superar dos kilos por ración, para evitar una sobrecarga gástrica.

“Si se da fibra de buena calidad, a voluntad, todo el tiempo, más el alimento balanceado y se complementa con sal mineralizada que viene con ingredientes como el calcio, fósforo, selenio, magnesio o zinc, se va a mantener la nutrición balanceada, con eso debería bastar para tener un caballo bien nutrido”, concluyó.