Las ventajas en productividad de implementar un sistema de agricultura ecológica

La agricultura ecológica es una forma de producción de alimentos que prioriza el cuidado del suelo. En Colombia, esta práctica está regulada por la Resolución 187 del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), la cual establece los bioinsumos permitidos en términos de fertilización y control de plagas y enfermedades. La aplicación de este modelo productivo tiene ventajas como la conservación del suelo, evitando la erosión y la contaminación química o biológica.

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Se trata de una de las más de 20 formas de agricultura existentes. La ecológica se diferencia de la agricultura convencional en su enfoque en la conservación del suelo y el uso de bioinsumos que no dejan residuos.

Además, cuenta con un mercado exclusivo basado en la certificación orgánica, la cual se obtiene cumpliendo con el reglamento de producción ecológica establecido en la Resolución y haciendo un uso adecuado de los insumos recomendados por el ICA, según el experto Fabián Martínez Investigador Máster del CI Tibaitatá, de Agrosavia.

"En 2016, el ICA actualizó el reglamento contenido en el artículo 22 de esta resolución mediante la 199, con el objetivo de brindar mayor precisión en el uso de biofertilizantes y biocontroladores de origen mineral, evitando la contaminación del suelo y los alimentos. Estos estándares de inocuidad son más altos que los de la agricultura convencional", explicó.

Además de producir alimentos inocuos y competitivos, la motivación principal es preservar el suelo y los recursos naturales dentro de la finca. Al cuidar el suelo y evitar la contaminación, se evitan problemas como residuos en el agua y los efectos secundarios sobre la biodiversidad.

"La agricultura ecológica puede ser aplicada por productores de cualquier tamaño, siempre y cuando identifiquen un mercado objetivo. Si bien el mercado de orgánicos puede estar saturado en algunas regiones, en otras representa una excelente oportunidad para realizar una transición hacia la sostenibilidad a nivel de parcela", comentó.

Algunas de las ventajas para los agricultores son la conservación el suelo, gestionar el agua de manera más eficiente, preservar la biodiversidad asociada y acceder a nuevos mercados que demandan alimentos inocuos y cumplen con las normativas establecidas.

Los agricultores pueden implementar este tipo de agricultura analizando los flujos de materia y energía en su parcela, así como los residuos de los insumos utilizados. "Preguntas como ¿dónde van los residuos?, o ¿qué impacto tienen en el suelo?, ayudan a tomar decisiones informadas y comenzar la transición hacia la sostenibilidad de manera eficiente y adaptada a su contexto", dijo.

"A corto plazo, la agricultura ecológica puede ser menos productiva que la convencional, pero ofrece beneficios a largo plazo. Los efectos acumulativos sobre el suelo, el agua y la biodiversidad hacen que año tras año sea necesario aplicar menos insumos, estabilizando la productividad y mejorando los márgenes de utilidad en comparación con la producción convencional", concluyó el experto.

En el corto tiempo habrá una disminución en productividad, pero en el mediano y en el largo plazo hay un aumento de la misma. En cuanto a la rentabilidad, los costos de producción año tras años serán menores. Los productores tendrán menos costos de producción, serán más productivos y a tener un margen de rentabilidad mayor, que es el objetivo de los pequeños productores.