Balanceo, clave para dar suplementos a caballos

Compensar los requerimientos nutricionales que no aporta la ingesta de pasto es el principal objetivo de los suplementos diseñados para equinos. Sin embargo, es importante que tenga en cuenta varios factores a la hora de suministrarlos a sus animales, pues un aprovisionamiento inadecuado de los mismos puede afectar directamente la salud de las especies.

Para la veterinaria Paula Ramírez, docente de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad de La Salle, es imprescindible diferenciar entre complementos y suplementos. “Los primeros pueden ser los alimentos concentrados o balanceados, mientras que los segundos incluyen los multivitamínicos y otros elementos que se suplen cuando la dieta no los proporciona”, dijo.

El director de la Clínica Veterinaria Universitaria Udca (Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales), Jorge Torres, señaló, en ese sentido, que lo primero que se debe hacer es estudiar las zonas donde habitan los equinos. “Las praderas, aunque se vean altas y verdes, no necesariamente tienen los requerimientos nutricionales que necesitan los animales”, indicó.

Por ello, el experto explicó que es importante realizar una evaluación del terreno con el fin de establecer qué nutrientes le hacen falta, para adicionárselos; así como una evaluación de las praderas con un examen denominado bromatológico, para averiguar qué insuficiencia hay en la pradera de los requerimientos nutricionales, con el fin de agregárselos, ya sea en una sal mineralizada o en suplementos minerales o vitamínicos.

Con respecto a estos últimos, Torres advirtió que los requerimientos varían dependiendo del estado que se encuentren y en su función zootécnica. Por ejemplo, si es una yegua que está lactando va a necesitar unas especificaciones diferentes a las de un caballo de trabajo, lo mismo que si se trata de un caballo de alta competencia, que requerirá una mayor cantidad de energía en la alimentación que se le está dando.

Pedro Medina, veterinario zootecnista de la Universidad de Córdoba, destacó que el propietario del caballo debe comprender que si su animal habita en una pesebrera o establo resulta difícil para el mismo balancear sus raciones como lo haría si estuviera libre, pues su naturaleza instintiva lo lleva a suplir sus necesidades nutritivas, por lo que el dueño está en la obligación de velar por la calidad en la alimentación del animal.

Por supuesto, los profesionales advirtieron que si la persona abusa de esas vitaminas o minerales en el suministro a sus equinos les puede ocasionar un daño. “En nutrición siempre lo importante es que exista un equilibrio. Ni demasiado, ni menos, es decir, se pueden provocar daños por deficiencia, insuficiencia. Por ejemplo, si yo cojo un potrico y le suministro mucho calcio, puede ser que la línea de crecimiento se cierre antes de tiempo, entonces el potro no se va a desarrollar”, aseveró Torres.

También coincidieron en que la cantidad de producto que debe suministrarse varía de acuerdo con el tamaño, peso, el servicio que presta, el sexo y las porciones de comida que ingiere durante el día.

Los expertos recomiendan que el propietario se asesore de un profesional y no “automedique” al animal. Así mismo, resaltan que es importante también hacerle un examen al animal para identificar sus condiciones pues, por ejemplo, si tiene parásitos por mucho alimento que se le dé no va a rendir.

Algunas compañías ofrecen los productos diseñados para cada tipo de necesidad, clasificados por la clase de labor o actividad que desempeñe el animal. Por ejemplo, hay líneas para caballos de alto rendimiento y otras para equinos de trabajo.

Así mismo, hay líneas creadas atendiendo a la edad del animal, es decir, si se trata de un potro, de un pollino o es ya un animal adulto. Para los primeros, representa un complemento en la nutrición proporcionada por la leche materna.

Proteínas, grasas y fibra son algunos de los componentes principales de estos productos.