Preocupan los efectos de El Niño en el sector agro

Era predecible que el fenómeno de El Niño, junto con la temporada seca que atraviesan en el primer trimestre de cada año algunas regiones como la Orinoquía, Caribe o Andina, trajera consigo consecuencias desastrosas para el sector agropecuario.

Corficolombiana ya había advertido que el crecimiento del PIB del agro es de hasta 0,5% menos que en épocas normales, con importantes afectaciones en la pesca, ganadería y en algunos cultivos como el fique, la yuca y la palma, solo por mencionar algunos.

Los precios de la leche van a subir, al igual que el de los derivados lácteos, todo por cuenta de una menor captación en la producción que ha disminuido hasta en 1,8 millones de litros desde que comenzó el periodo de mayor intensidad del fenómeno de El Niño.

Cuando los ganaderos no tienen oferta forrajera para alimentar a sus bovinos y bufalinos, tienen que acudir a comprar alimentos concentrados, lo que incrementa los costos de producción y genera una presión inflacionaria que se transfiere al consumidor final.

Los animales bovinos muertos por calor superan más de 8.000 entre el 1 de diciembre de 2023 y el 15 de enero de 2024, con pérdidas mayores a $16.000 millones.

Aunque hay subsectores agrícolas que le sacan el jugo al calor, como es el caso de la caficultura en algunas zonas de la región Andina, por cuenta de una mayor luminosidad en la floración del fruto, el exceso que se prevé en la temperatura para febrero pondría en riesgo a los frutales y también a cultivos como el maíz y el trigo.

En el caso de los cafetales, las plagas pueden presentarse en mayor medida por las condiciones en las que se prolifera la broca, ya que el calor favorece el crecimiento de este insecto.

Aún falta lo más duro, febrero será el mes más caluroso y el Gobierno no tiene salida.