Comentarios Fernando García Rubio

El campo se está quedando solo

29 de julio de 2025
MÁS COLUMNAS DE ESTE AUTOR

El año pasado la Confederación Cauchera Colombiana y su Centro de Investigación, Cenicaucho, emprendieron una estrategia en alianza con el Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena) para capacitar a víctimas del conflicto en los departamentos del Meta y Caquetá en la formación complementaria “Obtención de látex” debido a que varias regiones del país han solicitado personal con el conocimiento básico en el aprovechamiento de plantaciones de caucho natural.

El proceso fue definitivamente desafortunado. Luego de hacer grandes esfuerzos por cumplir la meta en el número de personas a capacitar, a la fecha no hay ninguna persona vinculada laboralmente de las más de 60 que fueron capacitadas. Esto deja en evidencia que las labores de campo, aunque sean bien remuneradas y ofrezcan oportunidades laborales a largo plazo, este tipo de poblaciones no presenta interés en trabajar en el campo colombiano.

Sumado a esta situación desde el 2019 se han realizado caracterizaciones sociales a los productores de caucho natural en diversas regiones y el promedio de edad de muchos de ellos en regiones como Caquetá, Guaviare entre otras supera los 58 años. Muchos de estos campesinos no solo son caucheros, sino que también son ganaderos, cacaoteros, palmeros, etc y esto deja ver que nuestro campo colombiano se está envejeciendo y buena parte de las nuevas generaciones no tienen interés en hacer el relevo generación que se esperaba.

La distribución del empleo en Colombia muestra que la informalidad laboral sigue siendo alta, con cerca del 56% de los ocupados trabajando en condiciones informales. En cuanto a los sectores, el comercio y reparación de vehículos, la construcción, y el alojamiento y servicios de comida son los que más contribuyen a la ocupación. Además, se observa una brecha de género en el mercado laboral, con tasas de desempleo más altas para las mujeres que para los hombres.

Los jóvenes del campo buscan oportunidades fuera de su espacio natural abandonando las labores tradicionales de sus familias y por ende la continuidad laboral en los sistemas productivos cuya familia ha consolidado generación tras generación.

Por sectores el empleo se clasifica en comercio y reparación de vehículos, construcción, alojamiento y servicios de comida, administración pública, defensa, educación, servicios de salud e industrias manufactureras; ahí es claro que el campo no es una opción laboral vigente o al menos no es una opción laboral que actualmente se tenga en cuenta las estadísticas a nivel nacional.

Los gremios de la producción como el nuestro, se quejan cada vez más de la dificultad que existe para obtener mano de obra en el campo y competir con la minería ilegal, los cultivos ilícitos y los grupos al margen de la ley. La informalidad en las ciudades supera el 50% y tiende al alza.

Es vital comenzar a desarrollar estrategias que motiven a los jóvenes rurales a utilizar la tecnología que tanto les gusta en pro de las actividades agropecuarias y una vez estudien o se capaciten, vuelvan al campo y apliquen lo aprendido en sus propias regiones.

El Sena, la academia, los gremios y las fuerzas armadas juegan un papel fundamental en estas estrategias y solo articulados se podrá lograr revertir el proceso que se está generalizando año tras año.

 

Beneficios LR Más

CONOZCA LOS BENEFICIOS EXCLUSIVOS PARA NUESTROS SUSCRIPTORES
SUSCRIBIRSE

Más de opinión