Ganadería

Por estas razones los expertos afirman que la salud del ganado empieza por las patas

Una vaca coja no come, no se desplaza para tomar agua o para llegar al ordeñadero. Su producción de leche disminuye y sus posibilidades de descarte aumentan
Analista LR
Julián Vélez Robledo
28 de septiembre de 2022

Entre los ganaderos existe una premisa: la primera parte que se examina cuando se va a comprar un bovino son las patas. La buena salud de esta parte del cuerpo en los animales es fundamental no sólo para su óptimo rendimiento, sino para su vida misma.

Cuando hay enfermedades o lesiones en las extremidades y el ejemplar no se atiende oportunamente, las consecuencias suelen ser muy dolorosas, se originan cojeras, incapacidad de movimiento y, en casos extremos, la muerte.

“Los problemas podales en la ganadería de leche son la tercera causa de descarte, con lo que se afecta negativamente la vida útil de las vacas y se encarece el costo por depreciación”, explicó Sebastián Montoya, zootecnista de la Universidad Nacional.

Detrás de la mastitis y la ineficiencia reproductiva, las cojeras son la tercera condición de detrimento económico en las ganaderías, ya que 90% de esta condición en bovinos se originan en la pezuña y 85% en las extremidades posteriores.

Una vaca coja no come, no se desplaza para tomar agua o para llegar al ordeñadero. Su producción de leche disminuye y sus posibilidades de descarte aumentan. En los machos, no hay ganancia de peso y eficiencia reproductiva, y generan costos en atención veterinaria.

Por las cojeras la producción de leche se reduce en 1,5 litros por día y en 70 % el reinicio de su actividad ovárica posparto. Por esta incapacidad, es tres veces mayor el riesgo de descarte de un animal. “Los ganados se acaban por las patas. En las hembras porque se les dificulta rendir como deberían, y en los machos porque no tienen donde apoyarse para hacer la monta natural”, explicó Raúl Díaz, zootecnista y asesor de ganaderías en Antioquia y la Costa Atlántica.

Los trastornos podales en las pezuñas de los bovinos pueden ser de tipo estructural, funcional o infeccioso. Algunas condiciones genéticas o crecimientos exagerados de las pezuñas causan malformaciones que distorsionan “el buen pisar” del ganado. El exceso de peso puede presionar las pezuñas que se abren y se forman laceraciones que se pueden contaminar.

En lo funcional, la mayoría de las veces son ocasionados por accidentes durante los desplazamientos entre potreros, hacia los ordeñaderos o por golpes durante el pastoreo. En las fincas, por la humedad y residuos orgánicos, suelen abundar agentes infecciosos producidos por bacterias, parásitos y hongos, que fácilmente se incrustan en las pezuñas.

LOS CONTRASTES

  • Raúl díaz Zootecnista y asesor de ganaderías

    “En el ganado de leche se suelen presentar más casos por la humedad y el encharcamiento de potreros y caminos, aunque eso se puede corregir”

La posibilidad de lesiones podales aumenta con algunos problemas nutricionales. “Una causa frecuente es la acidosis, que la genera la ingesta de grandes cantidades de alimento muy fermentado y alto en carbohidratos, que genera una acumulación excesiva de ácidos”, señaló Montoya.

No hay fórmulas mágicas para evitar las lesiones en la patas. El cuidado de los caminos y evitar los excesos de humedad son clave para disminuir los riesgos.

Podología para vacunos

Es una práctica que crece en la ganadería colombiana y es fundamental para la atención preventiva o curativa de las enfermedades de las patas del ganado. Se debe realizar al menos una vez al año, aunque lo ideal es que sea semestral. El especialista revisa los cascos de los animales y hace la poda necesaria.

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