Fenavi y Abaco donaron alrededor de 20 toneladas de pollo a niños en vulnerabilidad

A propósito de la celebración del Día Latinoamericano del Pollo, que tiene lugar el primer viernes de julio de cada año, la Federación Nacional de Avicultores (Fenavi), en alianza con Abaco, donó alrededor de 20 toneladas de pollo, a través de su programa Pollo Shares, a poblaciones que no cuentan con las posibilidades económicas de acceder continuamente a una proteína cárnica en su menú diario.

Luis Rodolfo Álvarez, director del programa de pollo que lidera Fenavi y encargado de desarrollar la categoría de pollo colombiano, destacó la importancia que tiene este proyecto para la avicultura latinoamericana que, como sector, es fundamental propender por la nutrición de las poblaciones.

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“Nuestra proteína es de acceso para la mayoría de los colombianos y esto es algo que nos da una ventaja. Es de alto valor nutricional y, al mismo tiempo, dada la eficiencia tecnológica que ha tenido en los últimos años, se ha logrado poner al alcance de todo el mundo”, afirmó Álvarez.

Pollo Shares es un programa social que, desde 2019, pretende impactar en el desarrollo de las futuras generaciones que además hoy en día no cuentan con las posibilidades económicas para acceder a esta proteína. Con un aproximado de 20 a 21 toneladas año, estas entidades buscaron llevar esa semana una ración a niños en condiciones de vulnerabilidad.

El grupo etario del programa es la primera infancia, es decir, niños entre cero a cinco años de edad, teniendo en cuenta la etapa de desarrollo cognitivo. “Ese es el momento en el que el niño está desarrollando su cerebro. Es muy importante porque las personas que tienen bajos recursos, al no tener el mejor desarrollo cognitivo a esa temprana edad, pueden no tener un mejor entendimiento de la información que se les entrega, lo que impide un desarrollo óptimo a lo largo de su vida”, señaló Álvarez.

Las donaciones se sustentaron a través de los aportes realizados por los avicultores, y en alianza estratégica con Abaco, lograron llegar a este grupo de niños con una ración de pollo al menos tres veces a la semana. A diferencia de las otras donaciones que, por lo general, contienen poca o nula proteína por la complejidad en cuanto a su vida útil, este proyecto busca darle continuidad durante un año a la repartición que ronda cerca de 360.000 raciones año, en un grupo alrededor de 2.500 a 2600 niños.

Este se desarrolló tanto en zonas rurales como en ciudades principales, dentro de las que se destacan este año estuvieron Bogotá, Zipaquirá, Bucaramanga, Cali, Barranquilla, Medellín, Sincelejo, Riohacha, Santa Marta, Cartago, Pereira, Villavicencio y Buenaventura.

A través de Abaco, se seleccionaron a las familias y a los niños a los que les llegó este proyecto. Desde 2019, se tiene seleccionado el grupo al que se le busca dar continuidad e ir adaptando en la medida en que los niños van alcanzando la edad límite del grupo foco, esto con el fin de generar un verdadero impacto en el desarrollo de vida de cada niño.

Una de las principales dificultades a las que se enfrenta este proyecto es la cadena de frio, ya que su manipulación y distribución se convierte en un desafío. Sin embargo, la alianza con Abaco les permitió darles la capacidad de realmacenar el producto refrigerado tanto en su distribución como en su llegada.

“Según la encuesta que hace el Instituto Nacional de Salud, hay 9.000 niños con desnutrición aguda en el país. Aunque 2.500 y 2.600 puede ser un grupo pequeño de niños, estamos impactando y podemos generar una oportunidad de desarrollo para ellos a futuro”, concluyó Álvarez.