La fábrica Buencafé ha producido 415.000 millones de tazas de café en cinco décadas

Buencafé, la fábrica de café liofilizado de los cafeteros, ubicada en Chinchiná, Caldas, cumple 50 años en el mercado, desde que abrió operaciones en 1973. El año pasado sus ventas superaron los US$210 millones, con un crecimiento de 26% en comparación a 2021.

En las últimas cinco décadas de operación, ha producido 415.000 millones de tazas de café, es decir, la fábrica pone a diario 24 millones alrededor de todo el mundo y exporta a 40 países, llegando a 60 mercados, lo que representa 5% del mercado mundial de liofilizado, que es un proceso de deshidratación usado para conservar el café.

Según explicó la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia (FNC), 100% de las utilidades de Buencafé se reinvierte normalmente en beneficio de 542.000 familias caficultoras.

“Cuando las personas están al centro de lo que hacemos, una taza de café tiene detrás toda una historia. Por eso celebramos 50 años en los que Buencafé ha transformado el futuro”, afirmó Cristina Madriñán Rivas, su directora general.

Buencafé es una de las más grandes y sofisticadas fábricas del mundo, tiene alta tecnología de liofilización que conserva el grano fresco, tostado, con aroma y sabor. Esta empresa es el principal empleador de Chinchiná con 1.000 empleos generados.

Actualmente, la fábrica tiene una capacidad de producción anual de 13.500 toneladas, después de cuatro ampliaciones en 1983, 1997, 2008 y 2019.

La sostenibilidad ambiental es uno de los principales ejes de Buencafé, en 1995, fue pionera en Colombia en utilizar los residuos de su proceso productivo como biocombustible para generar energía en sus fábricas. Diseñar una caldera apta para funcionar con biomasa era una tecnología completamente nueva para el país.

Buencafé reutiliza 97% de los residuos de los procesos, como biocombustibles, y el 3% restante lo recicla o se rehúsa. Igualmente, Buencafé fue una de las primeras empresas en Colombia en recibir la certificación de Gestión Ambiental ISO 14001 en 1999.

También es una de las pioneras en el país en certificar inventarios de Gases de Efecto Invernadero, complementado con programas para reducir la huella de carbono. La cafetera optimiza al máximo sus envases, para reducir la generación de residuos.