ONU advierte frente a un muy fuerte calentamiento global en los próximos cinco años

El planeta Tierra se enfrenta a un escenario peligroso, todo gracias a un nuevo informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), agencia de la ONU, en el cual se advierte que existe 70% de probabilidad de que entre 2025 y 2029 el calentamiento global pueda superar temporalmente los 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales. Esto representaría un punto de inflexión crítico en la lucha que se está dando contra el cambio climático.

Este valor, que fue fijado como el objetivo más optimista en el Acuerdo de París de 2015, se consideraba crucial para evitar impactos catastróficos sobre la vida en la Tierra. No obstante, las evidencias científicas, sumadas con la falta de reducción efectiva en las emisiones de dióxido de carbono a niveles globales, demostraron que su cumplimiento es cada vez más improbable, teniendo en cuenta que se acaban de vivir los diez años más calurosos jamás registrados.

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Este informe se basa en proyecciones de diez centros internacionales, incluido el Servicio Meteorológico del Reino Unido, y se toma como referencia el periodo de 1850 a 1900, ya que en este momento la humanidad no había iniciado el uso intensivo de combustibles fósiles. Aunque posteriormente la quema de carbón, petróleo y gas, desde entonces viene impulsando una acumulación sostenida de gases de efecto invernadero en la atmósfera, con consecuencias que son cada vez más graves y evidentes.

De acuerdo con la OMM, el calentamiento medio actual para el periodo del 2015 al 2034 es de 1,44 °C, aunque existen ligeras variaciones dependiendo del método utilizado. La estimación va acorde con algunas cifras del observatorio europeo Copernicus, que lo ubica en 1,39 °C. Sin embargo, el panorama continúa siendo bastante alarmante, debido a que los científicos consideran que existe la posibilidad de que algún año entre 2025 y 2029 supere incluso 2°C de calentamiento.

Por otro lado, los impactos de cada décima de grado adicional pueden llegar a intensificar algunos fenómenos extremos como olas de calor, lluvias fuertes, grandes sequías, deshielo acelerado, la pérdida de glaciares y de los casquetes polares. De hecho, la preocupación no es para menos, pues las consecuencias ya están siendo visibles. En tan solo la última semana, se presentaron temperaturas de más de 40 °C en China, 52 °C en Emiratos Árabes Unidos y vientos mortales en Pakistán debido a una ola de calor, que son la muestra clara de que el futuro ya se encuentra aquí.

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Sin olvidar las recientes inundaciones que se presentaron en Francia, Argelia, China, Australia y Ghana, así como los incendios forestales que acabaron con grandes regiones del mundo, como, por ejemplo, Canadá. Asimismo, la OMM proyecta que el calentamiento será aún más acelerado en el Ártico, lo que implica una menor concentración de hielo marino en zonas como los mares de Barents, Ojotsk y Bering.

A esto se le suman los patrones de lluvias en algunas zonas como el sur de Asia, el Sahel, el norte de Europa, el norte de Siberia y Alaska; mientras que se espera que en la cuenca del Amazonas haya condiciones mucho más secas. Este preocupante pronóstico no se debe tomar a la ligera, sino como una advertencia urgente, porque la ventana para poder actuar ya se está cerrando.