Si hay algo que nos caracteriza a los colombianos es que tenemos un sinnúmero de símbolos que hacen parte indeleble de nuestra idiosincracia, tan necesaria, sobre todo en tiempos en que la cultura extranjera quiere apropiarse de todo lo que vemos, oímos, vestimos y degustamos. Dos de ellos, la ruana y el poncho, valen la pena destacar. Hace mucho ya no son símbolos de una región en particular y se clavaron en la cultura colombiana.
El poncho, por ejemplo, se encuentra en las diferentes regiones, a pesar de que sus orígenes se remontan a la época precolombina, cuando las comunidades indígenas utilizaban tejidos como protección y, además, tenían para ellos significados espirituales y simbólicos, reflejando la relación entre los seres humanos, la naturaleza y lo divino.
En Antioquia, para no ir más lejos, el poncho es tan tradicional como la bandeja paisa, la arepa, los frijoles o la trova, aquella batalla hipnotizante de verso, picardía y repentismo maravilloso, herencia eterna de los arrieros que paraban en las fondas a descansar, beber y enamorar con un poncho terciado en el cuello, que les servía desde mantel hasta de sábana cuando la noche apremiaba y los aguardientes hacían lo suyo.
Aunque las ‘bondades’ de estas prendas, como signo de nuestra raza son incalculables y se convierten, claro, en el sustento de muchas familias, los desafíos que enfrentan los artesanos y pequeños productores de textiles tradicionales no son pocos. Muchos sienten que aran en el desierto. En ferias y tiendas turísticas, los ponchos que se venden como “artesanales” provienen, en gran parte, de fábricas industriales en Asia, hechos en serie con fibras sintéticas; competir con esos titanes es un tarea, sencillamente, imposible. El Estado tiene que ayudarlos más, no puede seguir viendo este sector como una curiosidad patrimonial.
La economía del tejido artesanal es, en muchos municipios, una de las pocas fuentes de ingreso constante, además de conservar identidad, generar empleo, exportar y diversificar la economía. Hay esfuerzos importantes como el de ProColombia, que les facilita a los artesanos la cooperación entre empresas colombianas y extranjeras, lo que les abre las puertas a nuevos mercados de una manera más sencilla y colaborativa, pero no son suficientes, debe haber más apoyo de otras entidades. Queda mucho camino por recorrer, al fin y al cabo, es la defensa de nuestra identidad cultural, nada menos.
Beneficios LR Más
CONOZCA LOS BENEFICIOS EXCLUSIVOS PARA NUESTROS SUSCRIPTORESMI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Vea las noticias personalizadas, de acuerdo con su top 20 de los temas de interés.
BITÁCORA EMPRESARIAL 10.000 LR
Recopilación clasificada por sectores económicos y regiones del comportamiento general y detallado de las 10.000 primeras empresas en ventas en Colombia.
CENTRO DE CONVENCIONES
Reviva en primera fila todos los foros y cátedras LR. Espacios de conocimiento alrededor de los temas económicos, empresariales y financieros que permiten el posicionamiento y desarrollo de los negocios en el país.
KIOSCO
Seleccione y lea más de 4.000 libros y revistas de actualidad, en un amplio espectro de temas de interés a nivel mundial, seleccionados exclusivamente para usted, en alianza con OverDrive.
BIBLIOTECA PERSONAL
Seleccione y conserve aquí sus artículos favoritos para consulta permanente.
TINTA DIGITAL
Acceda en formato electrónico a la réplica fiel de principio a fin de nuestras publicaciones impresas. Textos, imágenes, publicidad.
NOTIFICACIONES Y ALERTAS
Reciba en su correo electrónico las noticias seleccionadas por nuestro equipo editorial exclusivamente para usted.