Modernización de la tecnología en el agro

En diferentes foros y escenarios en distintas partes del mundo, durante varios años, la FAO ha venido insistiendo que hay una problemática a la vuelta de la esquina, y tiene que ver con el aumento de la población y la necesidad de producir alimentos para todas estas nuevas bocas para 2050.

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La FAO ha dicho que solo hay siete países en el globo que tienen el área y el potencial para producir estos alimentos y uno de ellos es Colombia. Con una característica particular, y es que en la altillanura, principalmente Meta y Vichada, no hay que tocar ni tumbar ni un solo árbol nativo, aquí existen las sabanas y la tierra disponible.

Hay varios millones de hectáreas para realizarlo, que están esperando que finalmente los colombianos despertemos para ver que somos una potencia mundial de producción de alimentos, tanto para nuestra soberanía y como para alimentar el mundo.

En 2022 la importación de soya y maíz que se hizo en Colombia fue de más de $15 billones (parece una reforma tributaria), y la cosecha cafetera de ese año produjo algo más de $14 billones; es decir, el país dejó ingresos por el equivalente a toda la cosecha cafetera de 2022 y en cambio ese dinero se quedó en otros mercados.

Ese dinero podría quedarse en país si se adopta la tecnología y la mecanización adecuada para lograr esa producción, pero esto puede ser aún más grande, pues Colombia está entre esos países que dice la FAO que están llamados a alimentar el mundo.

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Para fortuna de los colombianos, en el país existen soluciones que hacen que se pueda lograr rápidamente lo anterior con herramientas modernas que son atractivas para los más jóvenes, ya que se pueden ver desde cualquier celular, tablet o computador y convierten esta actividad en una actividad “sexy” para las nuevas generaciones.

Los avances de los últimos 15 años en los temas de mecanización agrícola son revolucionarios, ya que han logrado transformar la forma como se piensa, se actúa y se administra la producción de alimentos en el mundo.

Para explicar bien lo que se pretende decir con mecanización agrícola, no se refiere a cambiar un machete por alguna herramienta manual con algún tipo de motor que pueda “hacer el trabajo” por sí solo. De lo que sí se trata es la maximización de la eficiencia de todas las labores y decisiones que tiene que tomar a diario cualquier productor agropecuario con la minimización del costo.

Empezar por pensar en cuál campo o cuál lote se destina para la siembra del producto, cómo es la topografía, cómo fluye el agua, cómo tener mayor eficiencia de uso de enmiendas y fertilizantes al minimizar el efecto de lavado de los mismos, cómo se hace un análisis de suelos que tenga la mejor eficiencia y que brinde la mejor información, pasar a las imágenes multiespectrales en donde se logra identificar zonas de manejo específico.

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La siembra se hace más precisa con una cantidad de semillas por hectárea exacta, y conlleva a la exactitud de distancia entre semillas y con la misma profundidad para garantizar la emergencia homogénea de las mismas.

Las labores de mantenimiento y cuidado con toda esta información ya incorporada, logra que no se pisen los surcos, que se reduzca el uso de equipos, así como el consumo de combustible, y se tengan mejores condiciones de trabajo para los operarios. Posteriormente, al pasar a la cosecha se puede medir la producción en tiempo real.