¿Qué hay detrás del título mundial que se llevó recientemente Odín de los Pinos?

Pedro Felipe Mesa, dueño del criadero Los Vikingos, ubicado en El Rosal, Cundinamarca, nunca olvidará el pasado 27 de octubre. Ese día alcanzó uno de los mayores logros en el mundo del Caballo Criollo Colombiano: se coronó campeón mundial, en Dueños Montados, en la reciente Mundial Equina de Palmira, a lomo de su imponente ejemplar Odín de los Pinos en el andar del Trote y Galope. Además, otro de sus ejemplares, también liderado por él, Medusa del Silencio, quedó primera finalista en el mismo andar. Un triunfo que, según dice, representa mucho más que una medalla; es el resultado de años de paciencia, selección genética y amor por los caballos.

“Es demasiado satisfactorio porque Odín es un caballo criado por mí, el cruce lo diseñé yo, hice todo el trabajo reproductivo, lo impulsé en todas sus etapas y lograr sacarlo campeón mundial es la satisfacción del deber cumplido, pues un evento de estos en Colombia es cada ocho años. Es el título más importante en la carrera del caballo, en la mía y en la historia del criadero” , cuenta con orgullo este veterinario bogotano de 35 años.

En relación con ambos ejemplares, Mesa explica que “Son animales muy prototipo del Trote y el Galope, con excelentes elevaciones tanto en patas como en manos, nobles, de buena conducción y buen fenotipo. Esas características satisfacen a los jueces y permiten estar siempre entre los primeros puestos”. Y en cuanto a la preparación para la Mundial Equina, que fue todo un éxito con 1.038 ejemplares en competencia en el coliseo de Asdeoccidente, el campeón mundial resalta el trabajo de su criadero y señala que “Un mes y medio antes comenzamos los preparativos, con entrenamientos de domingo a domingo.

Participamos en ferias cercanas para exigir a los animales y afinamos cada detalle. Fue un trabajo en equipo absoluto. Creo que fue la mundial más nutrida y con un nivel competitivo demasiado alto. Fedequinas y Asdeoccidente lograron un evento de altísimo nivel, el recinto, los animales, el público… todo a la altura”.

Pero detrás de este éxito también hay ciencia. Mesa combina su formación técnica con la experiencia empírica del criador. Menciona que “todos los animales que compitieron tienen padres y madres comprobados en competencia. Esa genética se refleja en movimientos, fenotipo y rendimiento. Pero el entrenamiento y el manejo diario son igual de importantes: cualquier error se paga en la pista”. Y, claro, el título mundial también eleva el nombre de su criadero. “Es nuestro primer campeón mundial, y además criado por nosotros. Eso nos da un doble mérito y mayor visibilidad para la venta genética y de ejemplares. Queremos ser todo un referente en el Trote y el Galope a nivel nacional e internacional”.

Construyendo una marca

Fundado en 2015, Los Vikingos nació del amor por los caballos de él y de una transición personal. Mesa pasó de criar caballos de salto durante más de dos décadas a enfocarse en el Caballo Criollo Colombiano. “Desde que empecé en el mundo de los caballos de paso me enfoqué en el mejoramiento genético. Compré potros, embriones, y formé mis propias líneas. Trato de tener los criterios muy estandarizados en temas de fenotipos, en temas de colores, en temas de las razas. Odín es fruto de ese trabajo. Además, mi profesión me permite integrar la ciencia con la pasión, porque mi hobby es también mi trabajo”. Hoy, el criadero cuenta con ejemplares en los cuatro andares, Trote y Galope; Trocha y Galope; Trocha Pura Colombiana; y Paso Fino, y ha vendido caballos jóvenes que luego fueron campeones en otros criaderos. También, es un firme defensor del futuro del Caballo Criollo Colombiano.

Y esa apreciación se confirma con lo vivido en la Mundial Equina en Palmira, que fue histórica. “El balance es muy positivo. Como organizadores estamos muy contentos con lo que vimos en la Mundial. Hemos superado todas las expectativas en cuanto al número de animales participantes. Cerramos con la presencia de los 1.038 ejemplares que teníamos inscritos, lo cual representa una asistencia completa, tanto en los palcos como en las graderías generales. Además, tuvimos una participación masiva de empresas que se vincularon con el sector.

Durante los siete días, las personas pudieron disfrutar de una verdadera feria, presenciar las competencias que más les interesaban y recorrer el recinto, encontrando diversos espacios. Esto convirtió el lugar en una especie de ciudadela dentro de Asdeoccidente. Esta Mundial marca un antes y un después en la historia del Caballo Criollo Colombiano”, cerró Héctor José Vergara, presidente de Fedequinas, y artífice del gran evento.

Gran nivel en la mundial

En cuanto a la calidad de los ejemplares en la Mundial Equina, Vergara comenta que: “Me sorprendió gratamente la altísima calidad de los caballos. Hemos presenciado una evolución impresionante que nadie imaginaba. Este avance responde al trabajo y la visión de los criadores cuando planean sus cruces, soñando con el ejemplar ideal que luego compite. Ver esa calidad reflejada en competencia supera las expectativas. Además, se ha destacado la gran participación de ejemplares jóvenes”.