Renace la esperanza frente a la preservación de la raza Chino Santandereano bovina

En medio de un panorama de pérdida de biodiversidad y desplazamiento de razas criollas en Colombia existe una historia de recuperación que comienza a abrirse camino. Se trata del Chino Santandereano, una raza bovina que es autóctona y que, tras años de olvido, podría estar luchando para poder salir de la lista de animales que se encuentran en vía de extinción. Lo que se convierte en un símbolo de lucha por preservar la genética bovina en el país.

ARTÍCULO RELACIONADO

El ordeño inteligente: más sobre la modernidad en la producción lechera del mundo

Esta raza, originaria del departamento de Santander, se distingue por su adaptabilidad a terrenos que son difíciles, su resistencia a enfermedades tropicales y su eficiencia en la conversión de pastos pobres. Durante muchas generaciones fue el eje del sustento de muchas familias campesinas de la zona, pero el auge de las razas extranjeras más especializadas y la falta de políticas de conservación provocaron su progresivo reemplazo. Por esta razón, para inicios del siglo XXI, su población era bastante reducida, al punto de que muchos temían por su desaparición definitiva.

Hoy, gracias al trabajo conjunto de investigadores, ganaderos y entidades como el ICA, Agrosavia y diversas asociaciones locales, se pudo comenzar a cambiar la realidad. Se implementaron programas de conservación in situ, bancos de germoplasma y estrategias de mejoramiento genético que permitieron rescatar ejemplares puros y fomentar su reproducción. De igual manera, las ferias ganaderas y los espacios académicos también vienen contribuyendo a que cada vez más sea visible su valor, no solo como patrimonio cultural, sino como una alternativa viable en el marco de una ganadería más sostenible.

ARTÍCULO RELACIONADO

Córdoba se prepara para la 63.ª Feria Nacional de la Ganadería del 13 al 23 de junio

No obstante, lo más esperanzador es que el Chino Santandereano no solo representa un pasado que se busca conservar, sino que es un futuro que se puede construir con base en la resiliencia. Además, las características que este bovino posee lo convierten en una opción ideal para sistemas productivos que tengan bajo impacto ambiental, en regiones donde otras razas muchas veces pueden llegar a fracasar por la falta de recursos o condiciones climáticas adversas.