Las moléculas "verdes" que protegen a sus cultivos de enfermedades y mejoran productividad

Los científicos de Corteva Agriscience desarrollaron moléculas “verdes” sostenibles que permiten una agricultura más limpia y responsable con el agricultor y el consumidor, con el objetivo de que los productores protejan sus cultivos, ya sea de plagas, enfermedades, insectos y malezas de manera más efectiva y con menor impacto en el medio ambiente, además estas moléculas ayudan a incrementar el rendimiento por hectárea.

Últimamente, se ha incorporado cada vez más este tipo de tecnologías con química sustentable en toda clase de cultivos. En semillas como el maíz se utiliza, según explicó la empresa, la molécula Leptra, para soluciones de producción de cultivos, se puede llegar a utilizar Rinskor para arroz, Kyventiq para banano, Navius para ganadería y Amylo-X® SC para arroz, aguacate y flores.

“Esta idea nace de la necesidad de seguir alimentando a una población en crecimiento, del requerimiento de proteger los cultivos contra malezas, insectos y enfermedades frente a un clima cambiante y de contribuir con el planeta. Como compañía agrícola, venimos trabajando en ese propósito, con soluciones más verdes a través de moléculas sostenibles para la protección de cultivos que permiten nuevos modos de acción y bajas tasas de aplicación”, comentó Corteva Agriscience.

Es necesario que para los cultivos de flores y ornamentales se disminuya la carga química, es por esto que moléculas como Amylo-X® SC ayudan a los agricultores en su labor. El uso de este tipo de productos biológicos se puede alternar con otro tipo de artículos regulares, de hecho, es un requisito para las compañías certificadoras para exportar.

“Respecto al aguacate, es muy importante la evolución que este cultivo ha tenido para lograr su colocación en Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea y el continente asiático y para posicionarse en mercados que ya cuentan con protocolos de admisibilidad firmados para su comercialización, donde un requisito fundamental es la baja carga química en el producto final”.

En arroz hay agricultores preocupados por tener productos de bajo impacto ambiental. También buscan nuevas propuestas para recuperar el control efectivo de enfermedades en este cereal. "Es por eso que, las soluciones de origen biológico y su incorporación dentro de los planes de manejo fitosanitario, se convierten en una herramienta fundamental para apoyar a los agricultores que actualmente exportan sus cosechas y que además buscan ampliar los destinos. Hoy contamos para este mercado con un biofungicida llamado Amylo-X® SC, de bajo impacto ambiental, que no genera residuos en las cosechas, pero sí efectividad en el control de las enfermedades que atacan este cultivo”, explicó la empresa.

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Para proteger el banano también es necesario el uso de moléculas, sobre todo para enfermedades como la Sigatoka Negra, que ataca a este cultivo directamente, y genera pérdidas de hasta 50% en la producción. Se puede usar en estos casos Kyventiq que controla de manera eficaz esta enfermedad.

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Para ganadería se puede usar Navius que ayuda a tener pastos más vigorosos y a incrementar la productividad animal, es decir, a producir más carne y leche. “Esta innovación le permite al ganadero tener con un solo producto el control de las principales malezas que atacan a los pastos y, en consecuencia, contar con un ganado saludable y que cumpla con las exigencias que tienen los consumidores”.

Otros productos o moléculas pueden ser Rinskor para el control de las principales malezas en los cultivos de arroz y Aproach Power, un que es para el control de enfermedades que atacan a las plantas.

“Los beneficios para los agricultores van desde producir más con menos, mejorar la rentabilidad de su negocio, proteger los cultivos, apoyandola salud del suelo y aumentando su productividad. El consumidor de hoy está más informado que nunca y ávido de saber de dónde provienen los alimentos y cómo se cultivan, incluso los proveedores de alimentos exigen más transparencia y, en muchos casos, criterios de producción y mantenimiento de registros cada vez más rigurosos por parte de los productores, de ahí la necesidad de encontrar un equilibrio y de combinar las soluciones convencionales de protección de cultivos con nuevas alternativas medioambientales favorables”, aseguraron desde Corteva Agriscience.