"Estamos pensando en una operación en Estados Unidos para llegar más ese mercado"

La palma de aceite es uno de los sectores del agro que más se ha industrializado en Colombia. Es la oleaginosa más vendida en el mundo, por delante de la soya, el girasol y la canola, y gracias a su potencial, Oleoflores, una compañía con más de 120 años de historia, trabaja desde hace medio siglo con este cultivo para industrializarlo y generar valor agregado en todos sus aspectos, aparte de querer incursionar en otros mercados y negocios. Carlos José Murgas Dávila es su vicepresidente, además de presidente de la Junta Directiva de la Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite. Su padre, Carlos Roberto Murgas Guerrero, es uno de los empresarios más poderosos en el sector de la palma aceitera en Colombia.

¿Cómo va la empresa en materia de cifras?

La empresa va creciendo mucho, porque las producciones de este año han sido fenomenales. Tuvimos un régimen de lluvia para principios de año muy bueno, que no es lo común. Nosotros, con los 3.500 productores que manejamos, que producen fruta, si les va bien, si producen más, a nosotros nos va bien y seguimos creciendo. Estamos mirando todo el tema de calidad de aceites. Estamos creciendo en margarina, creciendo en todos los productos alimenticios. Tenemos una nueva planta de mezclas industriales y tratando de conquistar ese mercado americano que es tan apetecido, pero que no lo hemos explotado lo suficiente.

Pero en cifras, ¿cómo van?

Sí, vamos creciendo un 8% en ventas este año. El ebitda es de doble dígito, entonces estamos muy contentos. Con la llegada de las lluvias, hemos mejorado un indicador que para nosotros es muy importante, que es la tasa efectiva de extracción. Así que tuvimos unos buenos números.

¿Qué análisis hace de la industria palmera en el país?

La industria palmera tiene unas oportunidades muy importantes. Nosotros somos el país llamado a suplir la demanda de aceites y grasas, que va a ser una demanda creciente de aquí al 2050. ¿Por qué? Porque tenemos 5 millones de hectáreas en excelente condición, tanto agroclimática como de cero deforestación para poder sembrar esas 5 millones de hectáreas que necesita el mundo para alimentarse y para su biocombustible. Además, estamos certificados cero deforestación.

Y la principal amenaza...

Definitivamente el orden público. Yo diría que una gran cantidad del campo palmero colombiano está extorsionado. El que no sucumbe ante esas extorsiones le queman sus maquinarias, le paran sus plantas, etc. Eso es un gran desafío que tenemos. Ahora, lo que antes era hace unos años el secuestro, hoy es la extorsión y eso afecta a mucha gente.

¿Qué oportunidades ven en el mercado estadounidense?

Es un mercado de 30 millones de toneladas de aceites y grasas. La palma es un producto que están conociendo, que les está yendo bienpor el nivel de sólido que tiene. Nosotros tenemos hoy 400, 500 mil toneladas de crudo para atenderlos, pero es que a ellos les gusta que les lleguemos directamente con productos terminados o productos refinados. Ahí están importando dos millones, de los cuales Colombia no está atendiendo casi nada. Entonces, al tener la cercanía, al tener los productos especializados que ellos requieren, necesitamos atender ese mercado. Pero ese mercado se atiende de manera diferente, diferente a lo que estamos acostumbrados. Salirnos un poco del crudo y empezar a exportar los refinados.

¿Y cuándo entrarían?

Es que nosotros estamos entrando. Necesitamos atacarlo con mucha más firmeza. Incluso, estamos pensando en una operación en Estados Unidos para llegar, no solo por el tema arancelario, que Trump está avanzando en el tema de esa política arancelaria tan fuerte, también porque al cliente americano le gusta que lo atiendan directo en la puerta. Estamos pensando en una planta industrial en Estados Unidos hacia la zona del sureste del país.

¿Y esa planta industrial podría ser este año?

Estamos avanzando con los temas de banca de inversión, mirando todo el tema de permisos. A mediados de 2026 ya tenemos algo con una empresa muy importante, y a partir del año entrante empezamos.

Y aparte del americano, ¿qué otro mercado les seduce?

A nosotros nos gusta mucho el mercado del Cono Sur, Brasil, México, que es un mercado gigantesco y seguimos atendiendo el mercado europeo. También estamos montando una planta de producción industrial en Portugal para poder atender con productos especializados ese mercado tan importante.

¿Cuántos empleos genera la compañía?

Nosotros tenemos 2.500 empleos directos en el ecosistema nuestro. Entre contratistas y transportadores, llegamos casi a 4.000, pero trabajamos con 3.500 pequeños palmicultores y 500 nuevas familias en limón Tahití. Entonces si se multiplica a cuatro personas por casa o por parcela, estamos hablando de 21.000 personas que dependen directa e indirectamente de nuestra actividad.

¿Tienen en la empresa pensado otra línea del negocio?

Estamos entrando en el tema de plásticos reciclables. Tiene que ver un poco con el negocio en todo el tema de producción limpia, de generación de biogás. Pero más que todo, nosotros somos bastante usuarios de botellas de plástico PET y estamos entrando en una compañía también que recicla plástico, y que produce materia prima ya reciclable para esas mismas botellas.

Y en productos agrícolas, ¿han pensado en otros?

Nosotros tenemos ya 1.100 hectáreas de limón Tahití. Éramos dedicados 100% a palma y al ganado, que es una actividad que seguimos dándole. En esta fruta estamos con 500 familias campesinas del Atlántico. También metidos con plátano y estamos explorando a ver si entramos con otras compañías muy fuertes colombianas en el tema del mango, en el mismo modelo asociativo, y en el cacao. Ya hemos venido creciendo en esos tres rubros nuevos y exploramos otros.

Y en el mango, ¿cómo?

Estamos más cerca del mango, porque hay empresas como Postobón que quieren crecer en proveeduría de mango para su planta nueva en el Atlántico y ven en el modelo asociativo nuestro una fuente clara de fruta a mediano y largo plazo, además ayudando a las comunidades que puedan entregar ese fruto.