Los planes para hacer agroturismo en fincas paneleras de Villeta le costaría $120.000

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El agroturismo y el bioturismo son una fuente de ingreso alterna que han empezado a utilizar algunos agricultores y productores con el fin de asegurar una entrada económica diferentes y sostenible. Por su actividad impredecible es necesario contar con estas alternativas, ya que una época de lluvias, sequía o cambios climáticos, puede impactar sus finanzas y detener sus procesos de cosecha y producción.

La panela es un producto que proviene del jugo de la caña de la azúcar y se cultiva en climas tropicales o subtropicales. Para desarrollarse y crecer se debe tener un mínimo de temperatura de 14 a 16 °C, ya que no soporta temperaturas inferiores a 0 °C, únicamente hasta -1 °C, dependiendo de cuanto llegue a durar la etapa de invierno.

El municipio de Villeta lleva haciendo desde hace seis años agroturismo entorno a la panela, los productores están trabajando con la Asociación de Paneleros (Asotrapiches) donde se afilian con varias fincas de este tipo. Actualmente, hay 12 productores que son parte del proyecto, de los cuales hay cuatro que ya ejercen el agroturismo.

“Este año hemos producido panela de una forma intermitente por el tema del invierno, que ha sido algo que nos ha golpeado mucho en el campo y en el agro, se dificultó mucho el proceso al momento de acceder a los cultivos de caña, teniendo en cuenta que la producción es artesanal, es decir, que seguimos cargando las cañas en mulas, las guías turísticas nos aportan y nos ayuda a solventar un poco el tema de los retrasos productivos recientemente vividos”, comentó Heidy Guillén, gerente de Finca San Pedro, productora y guía de agroturismo en Villeta.

Al año están recibiendo alrededor de unas 800 a 1.000 personas, la guía turística tiene un precio de $120.000. “La idea no es dejar de ser paneleros, es seguir produciendo, no se trata de dejar de hacer una cosa por hacer la otra, sino buscar la manera de fusionar las prácticas para que entren ingresos adicionales que favorezcan a los agricultores".

Actualmente, están ofreciendo el servicio de posadas turísticas, en el cual el visitante se inmergen en todo el proceso panelero, se hospeda en una finca, vive la rutina del productor, se levanta a las 2 de la mañana, aprende utilizar el trapiche, va a trabajar y a sembrar la caña, después viene la relajación con una paneloterapia. Tiene un precio de $100.000 el pasadía y $150.000 el hospedaje por persona, el cual incluye el transporte, almuerzo, hidratación y toda la experiencia en la finca.

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"Desde el instituto municipal de agricultura y turismo hemos estado implementando los temas de paquetes donde podamos incluir la visita a la finca y a los sitios naturales, aquí tenemos cascadas, ríos de agua fría y caliente. También queremos que el turista viva una experiencia, que podamos llevarlo a una rama panelera, que conozca todo su proceso, que pueda deleitarse con los derivados de la panela, pero también poder comprar un souvenir que pueda llevar a la familia", comentó el alcalde de Villeta, Freddy Rodrigo Hernández Morera.

Estos souvenirs son productos fabricados transformados por los mismos trapiches que se ha venido trabajando en el desarrollo de innovación de estos productos, como panela con sabor a maracuyá, panela con certificación orgánica, cervezas, turrones, melcochas, mieles invertidas, entre otros.

El precio de los productos transformados puede estar entre $5.000 a $8.000, dependiendo de la marca y del proceso de producción que lleven, si es orgánica o si el empaque es biodegradable.

El proceso de abastecimiento a los trapiches en Villeta.

La unidad de desarrollo para el campo realiza capacitaciones sobre buenas prácticas de manufactura y producción, para que sea un proceso más limpio, según explicó el alcalde.

“Nosotros les entregamos a los productores de manera gratis pailas, calderas, remillones, bateas, gaveras, motores, trapiches, entre otros. Una serie de elementos que ayudan a optimizar y facilitar procesos y a mejorar la infraestructura de la entramada”, comentó Hernández.

La Gobernación de Cundinamarca realizó un convenio con el Banco Agrario para otorgar un subsidio a los trapiches, a parte del que la alcaldía provee. Por cada $20 millones viene a pagar el panelero $8 millones. “Dejamos nosotros $60 millones inicialmente y esperamos este año poderlo ampliar en la medida que la que las personas vayan adquiriendo los créditos”.