Casa de campo María Alejandra Solano Vargas

Se viene un 2016 difícil para el agro colombiano

25 de enero de 2016
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El agro colombiano tiene un panorama que no es para nada alentador. El 2016 no será un año fácil puesto que lleva consigo la sequía a causa del Fenómeno de El Niño, las cosechas de mala calidad, los altos costos de producción influenciados en gran medida por la devaluación del peso y unas exportaciones que todavía no despegan.

En algunos territorios de Colombia, los campesinos tendrán que parar la implementación de cultivos, pues no tendrán agua. En otros tantos, los animales para la producción de carne morirán tal como se vio el año pasado.

Esto no es una percepción individual si se mira el balance que hace la Sociedad de Agricultores de Colombia, que para el 2016 muestra específicamente los sectores en los que la coyuntura climática afectará en mayor medida el agro colombiano.

El texto con las perspectivas para 2016 asegura que “El Fenómeno de El Niño perjudicará especialmente los cultivos de ciclo corto como: maíz, arroz, papa y hortalizas, así como la producción de leche y carne, por su efecto en los pastos y afectando de manera directa e indirecta los costos de alimentos de la canasta familiar”.

Por su puesto, la escasez de agua podría, también, afectar la calidad de las cosechas.

Los costos de los insumos como maquinaria, semillas y fertilizantes que tienen que ser importados estarán por las nubes con un dólar por encima de los $3.300 y el cual, probablemente, no bajará en los meses cercanos.

La otra cara de la devaluación es para aquellos del sector agropecuario que de alguna manera le encuentran provecho a la exportación. No obstante, son pocos productos los que se sacan al exterior.

En parte, las fuerzas de que algo mejore están puestas en los programas del Gobierno, como Colombia Siembra, que busca ampliar en un millón de hectáreas el área nacional cultivada.

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