Biodiversidad

Perú busca salvar aves productoras de fertilizantes y lobos marinos de enfermedades

Las aves guaneras redujeron su población a alrededor de 500.000 ejemplares en 2022 y ahora solo quedan 200.000 en una reserva
Reuters
25 de julio de 2025
Solo quedan 2.500 pingüinos en la reserva Punta San Juan
Colprensa

Científicos y voluntarios se movilizan en la costa central de Perú para proteger a las aves guaneras, pingüinos y lobos marinos cada vez mas amenazados por enfermedades, el cambio climático y la sobrepesca. La población de aves guaneras como el guanay, el piquero y el pelicano peruano se ha reducido en más de tres cuartas partes en los últimos tres años, a alrededor de 500.000 ejemplares desde unos 4 millones en 2022, según biólogos locales.

"Estamos muy alarmados por este bajón", dijo la bióloga Susana Cárdenas, directora del Centro para la Sostenibilidad Ambiental de la universidad peruana Cayetano Heredia. "Esos centros reproductivos y su población se está cuidando extremadamente". Cárdenas, que con un equipo vigila la reproducción de estas aves en la reserva Punta San Juan, a 530 kilómetros al sur de Lima, señaló que recuperar la población no es fácil por amenazas antrópicas y el cambio climático, con un fenómeno de El Niño más intenso y frecuente.

La aves guaneras fueron en la segunda mitad del siglo XVIII la mayor fuente de riqueza de Perú. Su excremento convertido en fertilizante natural se exportaba en grandes cantidades a Estados Unidos y Europa. En ese tiempo, llamado la "era del guano", la población de estas aves era de al menos 25 millones de ejemplares, según estimaciones publicadas en textos locales.

En 2022 un brote de gripe aviar surgió en el norte de Perú y rápidamente se propagó al sur cobrando la vida de aves guaneras, pingüinos de Humbolt y hasta lobos marinos. La situación empeoró luego con la reaparición del fenómeno climático del Niño, que forzó una migración de las aves, y la sobreextracción de la anchoveta, el principal alimento de estas especies e insumo base para la elaboración de harina de pescado, que diezmó todavía más su población.

En la reserva Punta San Juan, de 54 hectáreas, solo quedan ahora 200.000 aves guaneras, 2.500 pingüinos y 11.000 lobos "entre finos y chuscos", dijo Cárdenas. "Con el cambio climático, el Niño vino bastante intenso en la parte marina y generó una dispersión de los animales, que ahora tienen que luchar por el alimento que queda".

Los ministerios de Agricultura y del Ambiente de Perú no respondieron a una solicitud de Reuters para obtener comentarios sobre el impacto de esta situación en la población de aves. El Ministerio de Producción autorizó en abril la cuota de extracción de anchoveta más alta en los últimos siete años, luego de registrar la mayor biomasa de este cardúmen en las últimas tres décadas. "Hay una presión y demanda de sacar anchoveta, pero hay consumidores del pescado que aún no se recuperan", dijo Cárdenas al respecto.

La bióloga manifestó que las aves guaneras, que viven en promedio 15 años y se reproducen desde el segundo año de vida, enfrentan cada vez más competencia de la pesca artesanal o de mediana escala, lo que hace difícil vislumbrar su futuro. El pingüino de Humbolt y los lobos marinos, que viven en colonias a lo largo de las costas de Perú y Chile, también están en riesgo. Científicos en Chile dijeron el año pasado que la población de pingüinos figuraba entre las más vulnerables.

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