Los costos para empezar en la crianza de insectos para consumo humano y animal

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La producción de insectos comestibles se ha convertido en una alternativa para generar alimentos, tanto para los seres humanos como para los animales, siendo una práctica que es respaldada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Según un estudio realizado por Global Market Insights, el mercado de insectos comestibles global superará los US$522 millones en 2023. Esto quiere decir que, al ser un negocio que viene en aumento, las personas que deseen tener una granja para criarlos deben observar varios aspectos.

“Para iniciar en el negocio se deben tener en cuentas aspectos como la escala de la granja, los tipos de artrópodos que se van a cultivar, los equipos y suministros necesarios, la ubicación y los costos de mano de obra”, explicó Santiago Carretero, gerente y director técnico de Proteinsecta S.L.

A estos factores hay que sumarle si son para consumo humano o animal, condiciones ambientales, el tamaño del proyecto y el grado de automatización o mecanización, según precisó, Román Parra, director y fundador de la Alianza de la Industria de Insectos Comestibles de América Latina (Apical).

“Dependiendo la complejidad de cada proyecto, los costos varían, pero si es para producir alimentos para humanos, se requerirá unas instalaciones que se adecúen al procesamiento de estos para ser consumidos”, enfatizó Parra.

Teniendo en cuenta estas variables, la inversión para una planta de producción de larva soldado negro, con capacidad para bioconvertir 500 toneladas de residuos orgánicos al mes, puede estar entre los US$700.000 a US$1 millón para su montaje en Santander (Colombia), dijo.

En el caso de una granja de insectos de tenebrio molitor de 120 m2, en España y que se ajuste al modelo Proteinsecta, puede costar aproximadamente 100.000 euros (US$107.452), agregó Carretero.

En cuanto a la rentabilidad que puede generar una granja de estas, dependerá del tipo y tamaño y del grado de automatización y mecanización que tenga. Para el ejemplo de Santander, esta puede llegar a tener una tasa interna de retorno (TIR) de 16%, con un retorno de la inversión en 2 años 28 meses y una utilidad neta por encima de 24%, enfatizó Parra.

Es importante tener en cuenta que, como cualquier otro negocio, la rentabilidad de una granja de insectos también está sujeta a los precios y a las fluctuaciones del mercado, así como a factores económicos como la inflación, puntualizó Carretero.

Sobre el costo de la manutención de los insectos, este puede ser bajo, porque generalmente suelen ser alimentados con residuos o subproductos agroindustriales ‘limpios’. En general, se estima que el valor de mantenimiento puede variar según el tamaño y la complejidad de la granja.

Los mercados interesados en estos productos son la industria de la alimentación humana, que los ve como una fuente alternativa de proteínas especialmente en Asia, África y cada vez más en Europa y América Latina.

Igualmente, son empleados para la alimentación de animales. En la industria farmacéutica se usan para producir medicamentos y suplementos naturales así como, en la fabricación de cosméticos.

Es clave para ingresar al negocio evaluar el tipo de artrópodo que se va a criar, la escala adecuada para la explotación, investigar el mercado, estimar la demanda y los precios de los productos, hacer una valoración detallada de los costos, conocer y cumplir con las regulaciones locales y nacionales para la producción, tener una infraestructura adecuada y experiencia en el negocio.

Las especies más consumidas de insectos son los escarabajos, orugas, abejas, avispas, hormigas, saltamontes, langostas, grillos, cigarras, entre otros.

Ya existen productos para humanos

Daniel Mendoza, zootecnista de la Universidad Nacional, explicó que es una alternativa para la implementación de dietas más balanceadas. “Productos como la harina de grillo contienen mucha más proteína que la harina tradicional”. Otra ventaja es la gran cantidad de especies que existen, muchas de ellas aún sin identificar, lo que ofrece gran variedad en el mercado.