Ganadería

Suplementación alimenticia en preparto, clave para asegurar éxito en gestación bovina

Uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta en esta fase son los cambios fisiológicos, hormonales y metabólicos presentes
Por:
Valentina Sánchez Forero
20 de septiembre de 2023
Vaca durante preparto
Bloomberg

Una de las etapas más importantes del ciclo reproductivo de los bovinos es la fase del preparto. En ella se debe proveer, además de una alimentación que supla la pérdida energética, una serie de cuidados que involucren tanto a la vaca como a la cría próxima a nacer, con el fin de asegurar buenos indicadores reproductivos y una excelente rentabilidad.

La fase de preparto generalmente ocurre faltando entre uno y dos meses para la fecha probable del parto. En ese lapso de tiempo, se debe ubicar a los animales próximos en lotes específicos para ellos, con el objetivo de darles una atención priorizada y evitar que sufran algún tipo de traumatismo que afecte la vida de la cría.

Esta medida permitirá que, la persona encargada de vigilar y cuidar su parto, determine con rapidez y efectividad patologías o deficiencias, para implementar en el momento preciso los tratamientos o medidas necesarias para solventarlo.

Dentro de los síntomas visibles que le indicarán la proximidad del parto se encuentra la observación de la vulva inflamada, la base de la cola del animal levantada, así como la expulsión del tapón de moco que se encuentra ubicado en el cuello del útero.

Uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta en esta fase son los cambios fisiológicos, hormonales y metabólicos que se presentan y alteran la calidad de vida de la vaca si no se tratan de la manera adecuada.

Es clave, además de la oferta constante de agua, proveer una suplementación basada en alimento balanceado que le ofrezca la suficiente cantidad energética que necesita a la hora del parto, entendiendo que es una de las etapas de la vida en la cual hay más desgaste.

Tal como lo expone Nutriar, empresa con más de 15 años de experiencia en el mercado de la nutrición animal, “si la vaca preparto no consume adecuadamente una cantidad de materia seca determinada en su etapa de transición, puede afectarse su condición corporal y su desempeño reproductivo”.

Este es un periodo en el cual disminuye el consumo de alimento por parte de la vaca gestante en hasta 30%, lo que genera un desbalance nutricional que debilita del sistema inmunitario, que la vuelve más sensible para la aparición de enfermedades metabólicas como la hipocalcemia.

Los animales deben estar suplidos de suficiente oferta forrajera, además de otorgarles una dieta rica en contenido de materia seca, energía metabolizable, fibra detergente neutra, porcentaje de proteína cruda y rica en minerales como calcio, magnesio, fósforo, potasio, sodio y cloro.

“La dieta del preparto, en términos generales, debe cumplir con un consumo de materia seca entre 11 y 13 kilogramos al día; proveer 2,6 mega calorías de energía; contar con 40% o 50% de fibra detergente neutra; de 13% a 15% de proteína y menos de 0,6% de calcio y de 0,4 de fósforo, pero más que 0,45% de magnesio”, precisó Ricardo Arenas, responsable de cadenas, asistencia técnica y extensión de Fedegan.

Es fundamental evitar el exceso de concentrados en la dieta del preparto, ya que predispone a la aparición de otras enfermedades. Un buen manejo alimenticio guiará al éxito de la gestación, siempre de la mano de un experto que dictamine los requerimientos básicos de cada animal.

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