Casa de campo Carlos Jaramillo Palacio

Un poder sanador más que comprobado

11 de junio de 2025
MÁS DE CASA DE CAMPO

Hace tiempo que la salud mental dejó de ser un tema guardado en los anaqueles del olvido para convertirse en una cuestión de salud pública. En Bogotá, por solo citar a la ciudad más importante del país, los problemas de salud mental se convirtieron en una de las principales razones por las cuales los ciudadanos buscaron asistencia médica en los últimos años.

Un reciente informe de la Veeduría Distrital arrojó que entre enero de 2021 y mayo de 2024, los servicios de salud de la capital registraron un total de 6.212.178 atenciones, las cuales correspondieron a 2.170.182 personas que requirieron algún tipo de intervención. Según se lee en el informe, la mayoría de estos casos estuvieron asociados a trastornos cognitivos, problemas de ansiedad, alteraciones del estado de ánimo, dificultades en el ciclo de sueño-vigilia y trastornos del desarrollo neurológico.

En este panorama tan complicado y que requiere acciones diarias de todos los entes implicados, absolutamente todos, la canoterapia, terapia asistida con perros, emerge como una herramienta poderosa que está siendo muy bien aprovechada por instituciones tan importantes como la Fundación Santa Fe de Bogotá y el Hospital Universitario del Valle, Evaristo García (HUV).

La evidencia científica y sus resultados son contundentes: el contacto que se produce entre pacientes y los animales facilita la adaptación a un ambiente nuevo y estresante como el evento hospitalario, ayudando no solo a disminuir la ansiedad, el estrés, el dolor y la presión arterial, sino que también incrementa la movilidad y fuerza muscular.

Incluso, en las etapas terminales en las que han experimentado la compañía de perros, los pacientes experimentan una compañía en la última instancia de la vida, puro amor en la etapa final. No creo que los perros sean la solución única para todo tipo de patologías, obvio que para esto está la medicina, pero soy un firme defensor de que son oro puro en muchos procesos de sanación, tanto físicos como emocionales.

Para algunas personas, su presencia ayuda a calmar la ansiedad; para otras, a vencer el aislamiento, recuperar una rutina o simplemente tener compañía, que para muchos es más que suficiente. No reemplazan a un profesional, lógico, pero sí son ese bálsamo que requieren para no rendirse. Necesitamos más programas como el de la Fundación Santa Fe de Bogotá y el Hospital Universitario del Valle, Evaristo García (HUV). Bien, muy bien, por ellos y sus equipos. Entendieron todo.

Beneficios LR Más

CONOZCA LOS BENEFICIOS EXCLUSIVOS PARA NUESTROS SUSCRIPTORES
SUSCRIBIRSE

Más de opinión