Así logra una producción porcícola baja en emisiones de gases de efecto invernadero

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La producción de cerdos a nivel mundial genera alrededor de 668 millones de toneladas de CO2, según estimaciones que hace la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), lo que representa 9% de las emisiones del sector pecuario.

Para lograr una actividad baja en emisiones de carbono, los productores deben aplicar buenas prácticas de producción en sus granjas porcícolas empezando por la ubicación geográfica de estas.

Estas granjas deben estar localizadas cerca de los centros donde se vayan a beneficiar los animales y a comprar los insumos para el levante de estos. También deben evaluar la proximidad con los puertos, para enviar sus mercancías al exterior y traer las materias primas que requieren para su labor porcícola.

“La finalidad que tiene esto, es minimizar los trayectos de transporte, logrando con ello, tener una menor emisión de gases efecto invernadero por el consumo de combustibles”, dijo José Fernando Naranjo, director del área técnica de Porkcolombia.

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Adicional a estos mecanismos, deben aplicar en sus explotaciones buenas prácticas de producción, el uso de genética de alta calidad y alimento balanceado. “Entre menos sea la comida utilizada para producir un kilo de carne, menor será el efecto invernadero y si el cerdo a nivel de genética logra tener una mayor eficiencia y rendimiento, se reducirá el impacto que puede llegar a tener por la producción de porcinaza”, señaló Naranjo.

Luc Willekens, socio fundador y director técnico de HoCoTec, dijo que la porcicultura es una actividad que produce proteínas de alta calidad para los humanos, y los desechos que origina son óptimos para la generación de energía y elaboración de fertilizantes para la producción agrícola, por tanto, no contamina el medio ambiente.

También explicó que es erróneo señalar que esta labor afecta el hábitat. “Por el contrario, el cerdo es parte del ciclo de la naturaleza, porque además de aportar proteína animal de alto contenido nutricional, proporciona porcinaza sostenible, que se usa para mejorar la fertilidad de los suelos en forma orgánica, para producir verduras de manera ecológica, entre muchas otras cosas”.

El cerdo criado en sistemas de producción profesional transforma los coproductos de la industria humana como la cascara de soya, levadura de la cerveza, torta de palmiste, o la harina de arroz, en proteína animal de alta calidad.

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En las producciones porcícolas organizadas se tienen sistemas que permiten a los animales disponer de lugares específicos donde descansan, comen y hacen sus necesidades, estos residuos, son llevados a fosas de captación más a biodigestores en donde se transforman en fertilizante para los cultivos, en gas para ser utilizado como combustible, cerrando con ello un ciclo de economía circular en armonía con las personas y la naturaleza.