Un estudio a escala de laboratorio demostró que las variedades de café Castillo Naranjal, Castillo Tambo y Tabi dependen –más del 86%– de un tipo de hongo que invade sus raíces, pues gracias a él aprovechan el fósforo que suele estar “encapsulado” en los suelos de Colombia, lo que les permite crecer más y mejor.
Desde la Universidad Nacional publicaron este hallazgo, que además es un precedente para reducir el uso de fertilizantes químicos, evitar problemas de contaminación en el medioambiente y minimizar costos de producción.
Casi 80% de los suelos colombianos son ácidos, lo que impide que las plantas aprovechen nutrientes como el fósforo, cruciales para su crecimiento. Por eso la ciencia estudia microorganismos como los hongos micorrízicos arbusculares, que hacen de la agricultura una actividad más eficiente, incrementan la absorción de nutrientes e incluso favorecen la tolerancia a patógenos, estrés hídrico (o falta de agua) y salinidad.
“Estos hongos les facilitan a las plantas tomar entre tres y cinco veces más fósforo del suelo, resolviendo así un problema latente en el país: algunas plantas aprovechan poco este nutriente por su baja disponibilidad –pues es como si el suelo lo ‘encapsulara’–, lo que les puede ocasionar problemas de desarrollo”, explica Johan Cuervo, magíster en Ciencias - Geomorfología y Suelos de la Universidad Nacional.
Esta situación obliga a los agricultores a aplicar grandes cantidades de fertilizantes “fosfórico solubles”, dicen los expertos, lo que incrementa bastante los costos de producción e incluso los riesgos medioambientales por eutrofización, es decir por enriquecimiento excesivo de nutrientes, lo que se observa fácilmente en aguas verdes por la proliferación de algas.
“De ahí que esta relación natural sea valiosa para la agronomía. Por eso decidimos evaluar la dependencia micorrizal de tres especies de café, es decir, qué tanto necesitan de estos microorganismos para aprovechar el fósforo, teniendo en cuenta que se trata de un cultivo muy importante para la economía del país y que se desarrolla en suelos altamente fijadores de fósforo”, continúa el investigador Cuervo.
¿Qué pasa con la planta y el hongo?
Para realizar el trabajo en laboratorio fue necesario disponer de un suelo bajo en fósforo, para lo cual el investigador tomó algunas muestras en Chinchiná, pues “sabíamos que allí la disponibilidad era poca. Luego, en laboratorio, nivelamos el fósforo a los diferentes estándares que mantuvimos durante el experimento (0,02, 0,1 y 0,2 mg por litro de solución); tomamos alrededor de 160 plántulas de café y ‘sembramos’ en materos con y sin el hongo Rhizoglomus fasciculatum”, continúa el magíster Cuervo.
El hongo –aislado a partir de investigaciones del profesor Osorio– luce como un polvillo y se aplica directamente en el sustrato. “Luego, para observar la infección, se pueden tomar las raíces, ‘desteñirlas’ mediante un proceso especial y aplicarles un colorante que es absorbido por las estructuras del microorganismo, lo que permite verlo como unos puntos fucsias”, explica el magíster.
Así, entre los resultados de la investigación, se observó que a partir del día 68 se empezaron a apreciar diferencias significativas en la altura, siendo la variedad Tabi la que presentó el efecto más marcado. “Comparando plantas inoculadas y no inoculadas, vimos que para el día 144 hubo incrementos del 29 y el 32,8 % respectivamente. Además, en cuanto a la cantidad de fósforo que acumularon en sus hojas, para el día 87 hubo concentraciones entre el 0,06 y 0,13 %, en contraste con las no inoculadas, que arrojaron valores entre el 0,05 y 0,08%”, agrega.
En definitiva, la dependencia de las tres variedades fue alta: del 90% para C. Naranjal, 93 % para C. Tambo y 89 % para Tabi. “Aunque se trata de un estudio en laboratorio, y en campo los valores pueden cambiar, es un precedente importante para programas de mejoramiento genético, y abre caminos para optimizar el uso de fósforo en estos cultivos”.
Hongos micorrízicos
Durante los últimos 10 años el uso de hongos micorrízicos se ha extendido en el mundo, sobre todo en cultivos de aguacate, cítricos y banano. “Sin embargo, a la par se extienden los inóculos comerciales, se siguen creando nuevos materiales vegetales, que se deben estudiar para determinar su grado de dependencia micorrizal”, agrega el profesor Osorio.
Además, los hongos formadores de micorrizas también se pueden emplear en la restauración de suelos degradados por la minería o la agricultura, son aliados para reducir el uso de fertilizantes químicos, e incluso ayudan a las plantas a tolerar épocas de sequía.
Beneficios LR Más
CONOZCA LOS BENEFICIOS EXCLUSIVOS PARA NUESTROS SUSCRIPTORESMI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Vea las noticias personalizadas, de acuerdo con su top 20 de los temas de interés.
BITÁCORA EMPRESARIAL 10.000 LR
Recopilación clasificada por sectores económicos y regiones del comportamiento general y detallado de las 10.000 primeras empresas en ventas en Colombia.
CENTRO DE CONVENCIONES
Reviva en primera fila todos los foros y cátedras LR. Espacios de conocimiento alrededor de los temas económicos, empresariales y financieros que permiten el posicionamiento y desarrollo de los negocios en el país.
KIOSCO
Seleccione y lea más de 4.000 libros y revistas de actualidad, en un amplio espectro de temas de interés a nivel mundial, seleccionados exclusivamente para usted, en alianza con OverDrive.
BIBLIOTECA PERSONAL
Seleccione y conserve aquí sus artículos favoritos para consulta permanente.
TINTA DIGITAL
Acceda en formato electrónico a la réplica fiel de principio a fin de nuestras publicaciones impresas. Textos, imágenes, publicidad.
NOTIFICACIONES Y ALERTAS
Reciba en su correo electrónico las noticias seleccionadas por nuestro equipo editorial exclusivamente para usted.